Actualizado 19/11/2009 20:35

Obra Social Cajasol firma un convenio con la Asociación Niños hacia el Futuro

El acuerdo ha venido acompañado de otro convenio para la restauración de la Parroquia de Puebla del Río


SEVILLA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Obra Social Cajasol firmó hoy dos acuerdos con el Ayuntamiento de Puebla del Río para dar su apoyo a los nuevos talleres de la Asociación Niños Hacia el Futuro (ANEF), destinada a la promoción e integración social y laboral de menores discapacitados, por un lado, y otro para dar soporte a las obras de restauración de la Parroquia Nuestra Señora de la Granada, que data del siglo XIII.

La Asociación Niños Hacia el Futuro, fundada hace cinco años, es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivos fundamentales la promoción e integración de personas con discapacidad. Además, esta asociación presta especial atención a la formación, básica para la integración de estas personas en la sociedad, informó Cajasol en un comunicado.

El programa de trabajo personalizado que esta entidad lleva a cabo se materializa a través de diferentes actividades: la logopedia, que contribuye positivamente al desarrollo funcional de cada uno dentro de sus posibilidades; la psico-motricidad, básica para favorecer la coordinación de movimientos; apoyo escolar; y talleres de manualidades, a través de los que se ayuda a los participantes a descubrir nuevas capacidades.

Además, el apoyo psicológico a los familiares más cercanos de personas con discapacidad es esencial para que puedan aceptar la situación. Por eso, ANEF quiere poner en marcha un taller de familia y un taller de informática, que podrán hacerse realidad gracias a la ayuda de Cajasol. El taller de familia nace también con el objetivo de llegar a facilitar periodos de respiro familiar.

RESTAURACIOÓN DE NUESTRO SEÑORA DE LA GRANADA

El edificio de la Iglesia Parroquial de la Puebla del Río es el resultado de un proceso acumulativo, a lo largo del tiempo, en el que su morfología experimentó varias transformaciones en función de las necesidades históricas.

Los primeros datos sobre el edificio parroquial datan del siglo XIII, momento en que la construcción cumplía una doble función religiosa y militar. Datan de esa época sus estructuras formales propias del gótico, con cubiertas abovedadas, y la influencia islámica, que se refleja en la utilización de ladrillo. No es sin embargo hasta el siglo XVIII cuando el edificio adquiere la configuración en forma de T que hoy se conoce.

Entre las obras de restauración de la Parroquia podemos destacar: la recuperación de la vista de ladrillo original, picando el enfoscado; la sustitución de la solería, respetando los materiales y el formato; la remodelación de la pila bautismal; la mejora de la instalación eléctrica; la restauración de las campanas; y la urgente reforma de la deteriorada escalera de acceso al coro.