Actualizado 11/08/2009 14:48

El uso de agua para riego disminuyó un 20 por ciento en los últimos diez años, según Fenacore

MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

El consumo de agua en los regadíos españoles disminuyó un 20 por ciento en los últimos diez años, situándose en torno al 63 por ciento, según los últimos datos de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE).

La organización achaca esta caída del consumo de agua en el sector agrario a la sequía y especialmente al proceso de modernización de regadíos que han llevado a cabo los agricultores en los últimos años, con la transformación de los sistemas de riego por gravedad, de coste energético casi despreciable, a los nuevos mecanismos de riego por presión (aspersión, goteo ...).

Estos nuevos sistemas, aunque necesitan un alto nivel de energía eléctrica para su funcionamiento, permiten ahorrar entre un 10 y un 20 por ciento de agua. En este sentido, el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, apunta que los procesos de modernización de regadíos que están llevando a cabo los regantes suponen un "giro de 180 grados" a la hora de gestionar el agua, ya que conllevan "una serie de efectos beneficiosos no sólo para el agricultor, sino también para el medio ambiente, como la reducción de consumos con un ahorro de más de 1.200 hectómetros cúbicos anuales de agua".

A pesar de las ayudas proporcionadas por la Administración Central y las comunidades autónomas para modernizar los regadíos, sin embargo, Fenacore asegura que los regantes han tenido que hacer frente a alrededor del 60 por ciento de la inversión.

SUBIDA TARIFARIA DEL 90%.

Por este motivo, la Federación considera una "enorme ironía" que el Ejecutivo "premie" el esfuerzo económico realizado por los regantes en la modernización de regadíos con una subida tarifaria "que podría llegar al 90 por ciento en algunas zonas regables" (el 30 por ciento anunciado a comienzos de año más el 60 por ciento experimentado en julio de 2008 tras la supresión de las tarifas especiales).

"Esta subida supondrá un sobrecoste de más de 100 millones de euros para el sector del regadío", denuncia del Campo. Además, el pasado mes de julio se incrementó en un 30 por ciento adicional el coste fijo del término de potencia y en otro 30 por ciento la parte regulada del coste de la energía.

En definitiva, la asociación advierte que las "consecuencias más graves" de este incremento "continuado y periódico" de la factura eléctrica se harán notar especialmente en estos meses de verano en los que es necesario intensificar las campañas de riego, disparando el gasto energético a cifras "inasumibles" y "poniendo en peligro la viabilidad del sector y los procesos de modernización en curso".

De esta forma, lamenta que "muchas zonas regables se verán obligadas a regar de manera insuficiente sus cultivos, viendo mermada su producción y rentabilidad". Para hacer frente a esta situación, la asociación ha anunciado movilizaciones generalizadas en toda España si el Gobierno no introduce las modificaciones legislativas necesarias que faciliten la adaptación de los regantes al mercado liberalizado de la energía eléctrica.

Además, recogerán firmas con el fin de que el Ejecutivo se replantee su negativa de aplicar un IVA reducido, así como que los regantes paguen por la potencia realmente utilizada y no por la máxima teórica contratada.