Crece la oposición al proyecto de compraventa de emisiones de CO2 propuesto por el Gobierno australiano

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 16 marzo 2009 9:17

CANBERRA, 16 Mar. (Reuters/EP) -

Los principales políticos contrarios a los planes de comercio de carbono en Australia endurecieron su postura hoy, lo que añade más presión al Gobierno para que haga cambios radicales con el fin de conseguir que el proyecto sea aprobado por el Parlamento.

El gobernante partido Laboral necesita al menos el apoyo de dos senadores independientes y cinco Verdes o el partido Liberal en la oposición aprobará las leyes de compraventa de emisiones en el Senado.

El partido Verdes de Australia, que tienen cinco votos, y el partido conservador en la oposición, también dijeron que no apoyarían el proyecto, dirigido a rebajar drásticamente las emisiones que dependen de la energía en Australia desde mediados de 2010.

El ministro de Cambio Climático, Penny Wong, hizo público la semana pasada un proyecto de ley para apuntalar los ETS y conseguir un recorte de entre el cinco y el quince por ciento de los niveles en 2020 con respecto a los del año 2000.

Pero los tres partidos han dado un paso adelante en su postura al decir que no puede aprobarse por el Parlamento de la forma actual. El Gobierno desveló la redacción del borrador de las leyes de compraventa de emisiones la semana pasada.

El senador independiente Nick Xenophon, uno de los siete votos que el Gobierno necesita para apoyar sus leyes, dijo que el proyecto de compraventa de emisiones (ETS por sus siglas en inglés) no tenía respaldo fuera de las filas laboristas.

"Debería tener claro el Gobierno que de esta manera la legislación no pasará ahora al Senado", dijo Xenophon a los periodistas. Este senador echó para atrás el paquete de estímulos gubernamental de 27.000 millones de dólares, que partía con el objetivo de evitar la recesión, por votar en contra del paquete y sólo respaldarlo tras conseguir que lo modificaran.

RECESIÓN

Pero los Verdes quieren recortes del 40 por ciento y del 100 por cien de los permisos de subasta de emisiones, mientras que el líder de la oposición Malcolm Turnbull dijo que se oponía a las leyes porque costarían trabajos en un momento en que Australia vive en el filo de la recesión.

El abanico de opositores al proyecto y las diferencias entre sus demandas suponen para el Gobierno y su jefe negociador Wong enfrentarse a unas duras conversaciones para conseguir ganar el apoyo necesario en el Senado.

Turnbull solicitó hoy al primer ministro, Kevin Rudd, y a Wong buscar el resultado a las conversaciones globales en la reunión para acordar un pacto climático post-Kyoto que se celebrará en Copenhague a finales de este año.

Los verdes y los conservadores, en una improbable alianza de oposición, se unieron la semana pasada para establecer una investigación de dos meses sobre el proyecto, diciendo que no lo apoyarían si no se producían cambios sustanciales.

Según la legislación actual, el proyecto será más amplio del mundo, cubriendo el 75 por ciento de las emisiones. Cerca de 1.000 de las mayores empresas contaminantes, desde operadores de transporte y productores de aluminio a productores de gas y refinerías, tendrán que pagar por contaminar.

Las leyes serán llevadas al Parlamento en mayo y el Gobierno quiere que las aprueben a finales de junio, a tiempo de conocer la agenda para empezar el comercio a partir de julio de 2010.

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