El Gobierno afgano no ha repartido el trigo que había prometido para los meses de invierno

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 9 marzo 2009 17:30

MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno afgano ha entregado menos del 30 por ciento de las 166.000 toneladas de trigo que prometió para distribuir entre miles de personas durante los meses de invierno, que en este país comprende los meses desde octubre hasta marzo, de acuerdo con la Autoridad Nacional para la Dirección de Desastres de Afganistán (ANDMA, por sus siglas en inglés).

A sólo dos semanas del fin de la estación fría, el Gobierno aún tiene que entregar unas 115.000 toneladas de trigo a los afectados por la sequía, los altos precios y el conflicto. Antes de que llegara el invierno, el Gobierno se comprometió a entregar esta cantidad a 21 de las 34 provincias del país para así impedir una gran hambruna, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

Varias agencias gubernamentales, incluidos los Ministerios de Comercio, Rehabilitación Rural y Desarrollo, así como ANDMA, fueron encargadas de implantar el programa de ayuda nacional, en colaboración con agencias internacionales como el Programa Mundial de Alimentos (PAM).

La grave sequía, que redujo la producción agrícola del país durante el año pasado, provocó un aumento repentino de los precios de los alimentos, y los problemas que surgieron debido al conflicto armado han puesto a unos ocho millones de personas en situación de alto riesgo de inseguridad alimentaria, según las organizaciones de ayuda.

"De las 9.500 toneladas prometidas a la provincia de Faryab, sólo se han entregado 1.800", aseguró el director del departamento provincial para la rehabilitación rural y el desarrollo, Aman Salimi, quien añadió que la ayuda prometida es insuficiente para satisfacer las necesidades existentes.

ANDMA dijo los fallos de las compañías privadas contratadas por el Gobierno para conseguir e importar trigo del extranjero tienen en parte la culpa. Las restricciones de acceso resultado de la inseguridad, así como una infraestructura pobre y los bloqueos de las carreteras relacionados con el invierno también han afectado de forma adversa a las actividades de asistencia, según responsables.

Los responsables del Gobierno hacen a menudo promesas de dar ayuda humanitaria a las comunidades locales en un intento por ganar el apoyo local o para apaciguar a las regiones más desencantadas, pero esto no se puede cumplir siempre, y en algunos casos también fracasan. La incapacidad del Gobierno para mantener sus promesas ha provocado la violencia y las protestas locales.

Al menos una persona murió el mes pasado y otras cuatro resultaron heridas en una refriega provocada durante una distribución de alimentos en la provincia de Sar-i-Pul, en el norte de Afganistán. También se han producido disturbios con respecto a la presunta injusticia de la entrega de la ayuda, la falta de la misma o su robo, así como los ataques contra sus distribuidores.

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