Fundación Banco Santander y SEO/BirdLife recuperan la cuenca alta del río Salobre con una inversión de 80.000 euros

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 19 mayo 2009 15:33

ZARAGOZA, 19 May. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Banco Santander y SEO/BirdLife han conseguido recuperar, tras un año de trabajo y una inversión de 80.000 euros, la cuenca alta del río Salobre, ubicada en Hoz de la Vieja (Teruel).

Según informó el director ejecutivo de SEO/BirdLife, Alejandro Sánchez, en una rueda de prensa que tuvo lugar en Zaragoza, ambas instituciones, con la colaboración del Gobierno de Aragón, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), y del Ayuntamiento de la localidad, iniciaron el año pasado este proyecto dirigido a recuperar el Barranco del Salobre, ubicado en los desfiladeros del río Martín, espacio de la Red Natura 2000, de interés comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves.

Esta restauración, en la que la Fundación ha invertido 70.000 euros y la CHE otros 10.000, se dirige a rehabilitar parajes naturales degradados que tengan alto interés comunitario. En este caso, se trata de ecosistemas fluviales "tanto por la diversidad de valores naturales y su importancia en la supervivencia de flora y fauna, como para abrir una vía de colaboración para restaurar otras cuencas", según indicó el director gerente de la Fundación Banco Santander, Javier Aguado.

"Ponemos énfasis en recuperar zonas degradadas de alto interés comunitario para demostrar que la restauración es viable para que así se impliquen las administraciones y entidades privadas y que, poco a poco, se puedan ir mejorando estas zonas", señaló Aguado.

En este sentido incidió en que la Fundación no quiere sólo "poner el dinero y salir corriendo", sino que busca una labor "de sensibilización y concienciación a la sociedad sobre la necesidad de un desarrollo sostenible".

La zona de trabajo forma parte de la Red Natura 2000, ya que está incluida en la Zona de Especial Protección para las Aves denominada 'Desfiladeros del Río Martín'. Se trata de un importante conjunto de sierras ibéricas surcadas por una compleja red de hoces de origen fluvial, originadas por los ríos Martín, Escuriza y Cabra, además de otros barrancos.

Con esta recuperación se pretende además conseguir que rapaces de la zona que han emigrado a otros lugares puedan volver una vez se regenere la flora y fauna. Se trata de especies como el buitre leonado, alimoche, halcón peregrino, águila real, o el águila-azor perdicera.

El acto contó con la presencia de la directora de Medio Ambiente y Biodiversidad del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Anabel Lasheras, quien explicó que "la medida estrella" del proyecto se centra en la plantación de alrededor de 6.000 esquejes, aportados por el Gobierno aragonés, de ocho especies autóctonas.

En concreto personas voluntarias plantaron "de manera dispersa" ejemplares de sauce blanco, sargatillo, álamo blanco, chopo, tamariz, olmo y fresno, con el objetivo de recuperar la vegetación del barranco "en el que sólo quedaban un par de chopos".

Así, a juicio de Lasheras, esta recuperación ha supuesto "un antes y un después en el río", por lo que agradeció la labor de la Fundación "porque llega donde a veces la Administración no puede hacerlo". "Yo vengo del entorno rural y sé cuando se hace ecologismo de pancarta, y cuando se hace ecologismo de verdad y el Gobierno de Aragón siempre estará ahí para apoyar iniciativas como ésta", aseveró.

PROCESO

Según detalló Alejandro Sánchez, la primera actuación llevada a cabo ha sido la suavización de taludes en las acequias laterales, con el objeto de facilitar la colonización de la vegetación riparia y la conexión de los diferentes hábitats con el cauce principal, para mejorar el funcionamiento ecológico del tramo fluvial y favorecer la inundación periódica por las aguas del cauce.

"El círculo vicioso" de apelmazamiento en el que se encontraba el suelo en determinadas zonas, impedía recuperar sus condiciones iniciales de infiltración y rugosidad superficial, por lo que se han realizado labores de descompactación del mismo.

Además, en los puntos donde el cauce es atravesado por el camino vecinal con problemas de erosión, se han colocado piedras en el lecho para estabilizarlo sin perjudicar la continuidad fluvial por no retener agua ni sedimentos.

"Es un proyecto complejo pero que nos ilusiona mucho porque no supone la mera restauración de una ribera, sino que hablamos de recuperar también el hábitat de las especies de la zona", concluyó.

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