SAN SEBASTIAN 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
FYM Group-Cementos Rezola, dentro de su Plan de Ahorro y su política de inversiones orientadas al Desarrollo Sostenible, apuesta por la valorización de residuos urbanos en sus fábricas como combustibles alternativos. El grupo muestra en un comunicado su voluntad de utilizar los residuos que no puedan pasar por la cadena de reciclado de otro modo como materia prima.
El grupo cementero asegura que está implementando una política en sus plantas en la que "las actividades empresariales se gestionan minimizando el impacto en el ecosistema, poniendo en práctica programas de protección para la salud y la seguridad y estableciendo relaciones con el territorio y las comunidades locales" donde están implantadas.
De este modo, entre sus apuestas está la de la valorización de residuos urbanos en los hornos de las cementeras usando estos como materia prima, al igual que lo han realizado en algunas ocasiones con otro tipo de residuos como neumáticos, harinas animales, lodos de depuradora y plásticos. Pese a que las plantas deberían hacer alguna pequeña inversión para llevar a cabo esta tarea, están preparadas para incinerar la mayoría de los residuos.
El responsable corporativo de Medio Ambiente de FYM-Cementos Rezola, Asier Otxoa de Eribe, señaló que, en su estrategia medioambiental, el grupo apuesta por filtros, silos o cerramientos para evitar la emisión de partículas y la generación de ruidos, el control del proceso para reducir la emisión de gases de combustión, o la valorización de residuos para la reducción del consumo de recursos naturales y energía.
Las cementeras utilizan cocke de petróleo para fabricar el clinker que se utiliza para fabricar cemento. "Con los residuos urbanos sería necesario utilizar mayor cantidad pero es una apuesta medioambiental válida que no genera escorias ni cenizas", apuntó Otxoa de Eribe, quien destacó que las cementeras españolas están a la cola de la media europea de valorización energética, ranking que encabezan países como Holanda y Alemania "en los que los partidos ecologistas están en el Gobierno".
En ese sentido, apuntó que las instituciones, en el caso guipuzcoano, no se han puesto en contacto con FYM-Cementos Rezola para valorar el trasladar los residuos a la cementera, aunque abogó por que la "falta de comunicación se vaya reduciendo" y se tenga el cuenta "el poder hacer desde nuestras fábricas un servicio a la sociedad, generando un valor añadido con planteamientos sostenibles".
PROCESO
De este modo, mostró la disposición del grupo a iniciar un proceso con vecinos, medios de comunicación, asociaciones empresariales y grupos ecologistas para "debatir, informar y lograr la aceptación social" de este sistema, al tiempo que remarcó el "plus de seguridad" que ofrece esta propuesta ya que "si una empresa no pudiera hacer esto de una manera segura no lo haría".
En esa línea, recordó que FYM-Cementos Rezola posee la Autorización Ambiental Integrada que otorga el Gobierno vasco, entre otros certificados a nivel medioambiental. Respecto a la gestión del proyecto de valorización de residuos, señaló que las "circunstancias serían variables" dependiendo de cada caso.
Dentro de su estrategia medioambiental y desarrollo responsable, FYM-Cementos Rezola, integrado en Italcementi Group, ha llevado a cabo diferentes iniciativas como el proyecto 'Cero accidentes/Zero istripu' o el proyecto 'Seguridad Solidaria' con la ONG Cooperación Internacional, así como patrocinios culturales y deportivos.
FYM-Cementos Rezola en País Vasco se centra en la producción de áridos, cemento y hormigón. Posee diez centros de producción: dos fábricas de cemento (en Añorga y Arrigorriaga), dos canteras de extracción de áridos, y seis centros de fabricación de hormigón. En 2008 facturó un total de 143,5 millones de euros en Euslado, un 48 por ciento de las ventas consolidadas a nivel de todo el Estado.