RACC inicia una campaña de 'econducción' en Madrid y Barcelona para concienciar sobre la movilidad sostenible
MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 45 por ciento de los madrileños asegura que utilizaría la bici si existiera un servicio de alquiler público en la capital, y el 30 por ciento cree que el transporte público es demasiado lento, según se desprende de una encuesta realizada por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) presentada hoy en el Ayuntamiento de Madrid.
En base a las respuestas de 1.400 ciudadanos, el RACC concluye que el 65,2 por ciento de los madrileños usa menos el vehículo a motor a causa de la crisis económica, con un 51,7 por ciento de los ciudadanos que emplean más el transporte público y un 47,2 por ciento que simplemente realiza menos viajes.
Además, el 55,1 por ciento declara estar intentando conducir de manera más eficiente --apagando el motor tras un minuto parado, evitando frenazos y acelerones bruscos...-- y un 46,1 por ciento camina más. De hecho, el 58 por ciento asegura que ir a pie es su manera habitual de desplazarse, pero el 35,8 por ciento se queja de la falta de tiempo y el 5 por ciento considera que la capital no es agradable para pasear.
En este sentido, Madrid se sitúa por detrás de la media española y de otras ciudades como Barcelona, con un 66,9 y un 77,8 por ciento de personas, respectivamente, que caminan habitualmente. Además, tan sólo el 13,5 por ciento de los vecinos a nivel estatal y el 24,6 por ciento de los barceloneses dice no tener tiempo para poder desplazarse a pie.
En cuanto al uso de la bicicleta, el 43 por ciento de los madrileños no lo ve como un medio de transporte seguro (30 por ciento en España y 32,4 por ciento en Barcelona), y el 23,5 por ciento lo descarta por incomodidades como la contaminación o las pendientes. Además, mientras un 20 por ciento de los españoles se mueve ya en bici, tan sólo un 5,8 por ciento lo hace en Madrid; en Barcelona el dato llega al 16,5 por ciento. De hecho, un 33 por ciento de los vecinos de la capital ni siquiera tiene bicicleta, por encima del 20 por ciento español y del 26,9 por ciento de la Ciudad Condal.
En cualquier caso, el RACC asegura que el 45,5 por ciento de los ciudadanos encuestados en Madrid mostraron interés en el uso de la bicicleta si existiera un servicio público de alquiler, frente al 33,93 por ciento de media en España.
TRANSPORTE PÚBLICO
Con respecto al transporte público, la otra fórmula medioambientalmente sostenible de movilidad, el 57 por ciento de los madrileños dicen utilizarlo de manera habitual --79,3 por ciento de españoles y 62,1 por ciento de barceloneses--.
Entre las razones para desechar autobuses, metro o taxis, los madrileños alegan principalmente (30,5 por ciento de los casos) que tarda demasiado tiempo, frente al 7,8 por ciento de los españoles que encuentran este problema al transporte público y el 21 por ciento de los vecinos de Barcelona. Además, el 16,8 por ciento de los madrileños alegan no tener combinaciones adecuadas, y al 8,3 por ciento le resulta desagradable por la suciedad y la aglomeración de personas.
Muchas veces las razones de no tener comportamientos más solidarios con el medio ambiente es, sin embargo, la pereza. Preguntados sobre hasta qué punto les preocupa este asunto, el 39,9 por ciento de los españoles aseguraron que mucho, frente a un 45,9 por ciento que dijo que bastante y un 10,4 por ciento que dijeron que regular. Sólo el 3,7 por ciento confesaron que sentían poca o ninguna inquietud por este tema.
Esto se traduce en que, mientras el 18,7 por ciento de los ciudadanos creen estar muy informados sobre este tema y un 39 por ciento dicen estarlo bastante o regular (26,2 por ciento), la realidad es que siguen confundiendo términos básicos como CO2, capa de ozono, calidad del aire o lluvia ácida, así como con la relación entre los diferentes problemas y sus efectos en la calidad medioambiental.
Además, mientras los vehículos producen el 11 por ciento del total de emisiones de dióxido de carbono, el 90 por ciento de los españoles le atribuyen entre el 15 y el 70 por ciento de las mismas. Al final, los ciudadanos admiten que tienen algo de responsabilidad en este asunto pero creen que son las empresas y las industrias las que deben llevar la iniciativa principal.
Sin embargo, a la hora de la verdad sólo valoran positivamente las 'medidas blandas' como incentivar la compra de vehículos menos contaminantes, pero rechazan de manera bastante frontal que se cobren peajes a la entrada de las ciudades, que se prohíba la circulación en las almendras centrales o que se regule la velocidad máxima de circulación en los accesos.
En cuanto a los impuestos, dos de cada tres españoles aceptan que las tasas que gravan al automóvil estén relacionadas con criterios medioambientales, un 10 por ciento más que en los dos últimos años, según el RACC.
RESPONSABILIDAD PERSONAL
Sin embargo, hay muchas cosas que los ciudadanos pueden hacer para contribuir a este esfuerzo colectivo por mantener la calidad del medio ambiente. Así, más de la mitad de los encuestados se compraría un coche ecológico a pesar de su menor autonomía (67 por ciento) o de perder potencia (84,2 por ciento), pero no aceptarían tener que pagar más por él (51,7 por ciento) o, en todo caso, sólo hasta un 10 por ciento más (86,1 por ciento). Además, durante la última compra de un vehículo sólo el 34,1 por ciento de los españoles consideró criterios ecológicos.
En el día a día también se pueden tomar medidas sencillas para luchar contra el cambio climático mediante la conducción ecológica, que se basa en el ahorro de combustibles circulando con bajas revoluciones por minuto. Sin embargo, el 93,6 por ciento de los conductores encuestados en España y el 97,7 por ciento de los madrileños no lo saben o no lo aprovechan.
La mayoría tampoco apaga el motor cuando tienen el coche parado más de un minuto, momento a partir del cual ya es más rentable reiniciar el coche que el consumo que se produce al 'ralentí'. A nivel nacional sólo un 30,6 por ciento lo hacen, frente al 23,5 por ciento de madrileños y el 35,8 por ciento de barceloneses.
Por último, el 40,8 por ciento de los madrileños y el 33 por ciento de los barceloneses revisan la presión de sus neumáticos cuatro veces al año, manteniendo un valor que permite reducir el gasto de combustible. El resto lo hacen menos veces de las necesarias.
ECONDUCCIÓN
La campaña del RACC, que se celebrará tanto en Madrid como en Barcelona de manera periódica a lo largo del año, supone la firma de un manifiesto de adhesión en el que se recuerda a los ciudadanos que es posible hacer cosas por proteger el medio ambiente, y que fue firmado hoy por el delegado de Movilidad del Consistorio madrileño, Pedro Calvo, y el director del RACC, Sebastián Salvadó.
Además, se harán acciones en la calle, como la instalación de mensajes de concienciación en los traseros de los autobuses de la EMT o en los mupis que hay instalados por la calle o la entrega de folletos informativos en 75 estaciones de servicio de la región que se han adherido al proyecto; y la apertura de una página web (www.econduccion.es) donde se otorgan estrellas a los coches más ecológicos, se puede acceder a un consultorio de dudas y a foros interactivos, se informa sobre la campaña y se aporta documentación sobre automóviles y medio ambiente. También habrá campañas específicas para colegios, para lo cual se ha preparado un vídeo.
En la presentación de la campaña, Calvo recordó que si se quiere que la ciudad "sea un lugar cada día más habitable, hay que conseguir entre todos que las necesidades de movilidad sean cubiertas de manera sostenible". Por su parte, Salvadó apuntó que la campaña busca "denunciar que hace falta una acción conjunta entre administración, industria y ciudadanos para cambiar los hábitos".
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