RSC.- El desarrollo turístico de Benidorm, "más sostenible" que otros, por su modelo 'caja de cerillas', según expertos

BENIDORM, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

El modelo turístico de Benidorm, a pesar de 'las creencias', contiene algunos aspectos "más sostenibles" que el de otros municipios de la Comunidad Valenciana por su modelo 'caja de cerillas' frente al de otras ciudades y pueblos que han optado por un modelo 'ciudad jardín', menos compacto y más disperso que supone, según expertos, una gestión del agua menos sostenible y una degradación de mayor extensión de suelo ya que en estos últimos el crecimiento es 'horizontal'.

Durante el II Seminario de Sostenibilidad organizado en Benidorm por la Universidad Antonio de Nebrija y la Fundación Santa María, el catedrático de Geografía Regional de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, y la especialista en planificación de destinos turísticos y también profesora de la Universidad de Nebrija, Ana Muñoz, coincidieron en que con el modelo turístico 'de hoteles' -Benidorm cuenta con un total de 130-- el consumo de agua por turista es menor, tiene una mayor inyección económica y además en la construcción se utiliza menos suelo porque se trata de una

construcción vertical. En Benidorm se encuentra el hotel más alto de Europa, el hotel Bali.

"Se trata de de un modelo curioso con variables algo más sostenibles", apuntó Muñoz, aunque ya calificó como "una utopía" el desarrollo sostenible en un destino turístico. La sostenibilidad económica llega de la mano de que apenas existe desempleo, debido a que Benidorm tiene una alta ocupación hotelera durante todo el año y no sólo en invierno, lo que favorece que los trabajos no sean siempre temporales; "Ha superado la estacionalidad", agregó.

Asimismo, subrayó que este tipo de modelo consigue el desarrollo de la economía local ya que el turista gasta más en restauración, que normalmente suelen ser negocios locales, cuando está en un hotel que en un apartamento, donde el dinero iría a parar a grandes superficies de alimentación que muchas veces tendrían la nacionalidad del propio turista. El gasto medio de bolsillo sería mayor en el alojamiento reglado (hotel) que en el residencial.

El alojamiento reglado aglutina las plazas hoteleras, que terminaría con la economía sumergida que suponen los alquileres de apartamentos en época de veraneo y las 'segundas residencias' que económicamente no aportarían tantos beneficios como el alojamiento de los turistas en los hoteles. "Los turistas consumen más en los hoteles que si se alojan en apartamentos", añadió.

SOLUCIONES PARA EL AGUA

En lo que se refiere al consumo de agua, que puede ser 'el talón de Aquiles' de Benidorm según apuntó el catedrático de Geografía. "Benidorm no cuenta con recursos propios suficientes sino que ha de abastecerse de recursos foráneos", explicó, aunque la concejala de Playas y Medio Ambiente, Josefa Pérez, destacó ayer que esta carencia se suele solventar con municipios cercanos que tienen agua "de más" con un intercambio de agua por, por ejemplo, la financiación de sus Fiestas Patronales.

La gestión del agua, por lo tanto, es "más eficiente" en una ciudad compacta y con la gente alojada en hoteles que en apartamentos y bungalows, donde hay jardines que necesitan de un riego que en una 'ciudad hotelera' apenas existen, también por el tipo de construcción 'vertical', que no necesita de mucho suelo. La oferta residencial de Benidorm es de las más bajas de la Comunidad Valenciana, con un 58%, frente a más del 90% que tienen otros municipios como podría ser el caso de Torrevieja.

Esta oferta tiene una inyección económica menor que la hotelera y además se produce una economía sumergida difícil de controlar por los alquileres no declarados en el periodo vacacional.

Asimismo, la ocupación del suelo también es muy inferior a la que tiene otros municipios alicantinos. Benidorm ha urbanizado el 47% de su suelo frente a alrededor del 90% de otros municipios como puede ser el caso de Torrevieja. También cuenta con Sierra Helada, declarado el año pasado Parque Natural y con banderas azules y certificados de calidad en sus dos playas, de Poniente y Levante, que además son accesibles para las personas con movilidad reducida al no tener ningún tipo de barreras arquitectónicas.

Por otro lado, Olcina explicó que la Comunidad Valenciana no cuenta con un Plan de Ordenación del Territorio y por ello el Ayuntamiento de cada municipio cobra importancia; tampoco existe ninguno a nivel nacional sino que todo depende de cada Comunidad Autónoma. "En la Comunidad Valenciana hay una política de compartimentos estanco y cada municipio hace su guerra", destacó.

A su juicio, el desarrollo sostenible supone el desarrollo de un sistema equilibrado de ciudades y una nueva relación entre el campo y la ciudad, lo que, en su opinión, se ha conseguido más en Alicante, donde hay varios municipios importantes además de la capital como Elche, Alcoy o Benidorm, a diferencia de Valencia que ha apostado por centrarse en la capital de provincia.

IMPACTOS

El impacto económico destaca por ser, en general, positivo, pero en cuanto al impacto socio-cultural éste puede tener dos vertientes. Por un lado, se suele potenciar el intercambio cultural con los residentes de la región que visitan, aunque determinado tipo de turismo no permite este intercambio y pueden llegar a producirse importantes diferencias sociales entre los visitantes y los residentes, aunque la generación de empleo y el aprendizaje de idiomas suelen contentar a los locales.

En lo que se refiere a impactos medioambientales, se buscan estándares de calidad a fin de que los destinos turísticos cumplan cada vez en mayor medida con criterios mínimos, como puede ocurrir en el caso de las playas, y la obtención de banderas azules. El tratamiento de residuos también es importante, aunque Benidorm ya cuenta con un centro de tratamiento de residuos urbanos, que colabora con Ecoembes, sociedad anónima sin ánimo de lucro constituida por un grupo de empresas en pro del reciclado y de una gestión adecuada de los residuos.

La contaminación acústica y del aire pueden ser otros factores negativos, aunque la ausencia de fábricas en ciudades donde se vive exclusivamente del turismo hacen que este tipo de contaminación no sea tan frecuente. Otro aspecto negativo sería la masificación, donde entra la valoración de cada turista de su capacidad para 'soportar' la cantidad de gente que se puede concentrar en verano, cuando Benidorm pasa de tener casi 70.000 habitantes a tener más de 350.000.

OTROS DESTINOS

Por otro lado, Muñoz hizo hincapié en "buscar otros mercados" para

fomentar el turismo interior de España, porque ya hay otros competidores que ofrecen un turismo de 'sol y playa' a un menor precio que el español, como es el caso de Croacia o Turquía. "En España hay cinco Comunidades Autónomas que acaparan toda la concentración turística y esto hace recapacitar sobre la necesidad de encontrar nuevos mercados y potenciar el turismo cultural de otras Comunidades", indicó.

No se trata de abandonar este tipo de turismo "que ha aportado mucho al PIB" sino de abrirse a nuevos mercados a fin de que otras Comunidades de España se puedan beneficiar de las aportaciones que dejan los turistas y fomentando así el turismo cultural y de interior, donde en su opinión, "el turista puede gastar más dinero que en el de 'sol y playa'".

En este sentido, explicó que en los últimos tres años la aportación del turismo al PIB ha bajado a pesar de que el número de turistas haya aumentado. "Crecen por tanto la entrada de turistas pero no el volumen de dinero que éstos dejan durante su estancia", añadio.