RSC.- Survival relanza su campaña contra De Beers por el acoso a los bosquimanos con motivo del Día de San Valentín

La ONG denuncia que en los últimos días el Gobierno botsuano ha recrudecido el acoso contra los bosquimanos en las reservas

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 13 febrero 2004 17:33

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización de defensa de las comunidades indígenas Survival International relanzó hoy su campaña de boicot contra la multinacional sudafricana De Beers y la modelo Iman por el acoso a los bosquimanos en Botsuana, con motivo de la celebración mañana del Día de San Valentín. De Beers controla entre el 60 y 75 por ciento del mercado mundial de diamantes.

"No habrá regalo de San Valentín para los bosquimanos", señala Survival, apuntando que la semana pasada se ha constatado que "el Gobierno de Botsuana ha lanzado una nueva ola de acoso contra los bosquimanos de las comunidades Gana y Gwi".

Dos años después de haberlos expulsados de sus tierras ancestrales, denuncia la ONG, el Gobierno "ha enviado a oficiales para arrestarlos a punta de pistola cuando cazaban cerca de su campo de reasentamiento". Los bosquimanos consideran que estas detenciones tienen sobre todo como blanco a quienes más se han destacado por oponerse al "reasentamiento forzoso'.

"De Beers se va visto implicada en la controversia que rodea a la actitud del Gobierno de Botsuana --apunta la organización con sede en Londres--, y muchos sospechan que las rocas reservas de diamantes que se encuentran bajo las tierras de los bosquimanos son la verdadera razón de su expulsión". De hecho, el presidente botsuano, Festus Mogae, ha afirmado en alguna ocasión que "el Gobierno y De Beers son como hermanos gemelos".

La empresa sudafricana, por su parte, ha admitido abiertamente su oposición a los convenios establecidos por la ONU en materia de derechos indígenas. El presidente de la filial de De Beers en Botsuana se mostró en su momento públicamente a favor de estos traslados forzosos hacia las 'reservas', apuntando que la política del Gobierno estaba "justificada" porque los bosquimanos sólo pretenden "quedarse en la Edad de Piedra".

'Diamantes para Iman. El colmo de los bosquimanos' es el eslogan de la postal virtual que puede encontrarse en la web de Survival para todos aquellos que quieran enviar un mensaje al presidente de De Beers, Nicky Oppenheimer, y a la modelo somalí Iman, quien habría cobrado un millón de dólares (770.000 euros) por ser el 'rostro' de De Beers en sus últimos anuncios publicitarios, "utilizando su imagen y reputación para ayudarles a vender más diamantes".

A ambos, la ONG les pregunta si los diamantes "merecen la pena" en vista del acoso al que son sometidos los últimos bosquimanos en sus propias tierras para lograr la extracción de estas piedras. Survival denuncia que esta tribu --una de las más antiguas de Africa-- está siendo desplazada de sus tierras ancestrales desde hace dos años, para 'hacer hueco' a las compañías que desean explotar las minas de diamantes y maderas preciosas de su territorio.

RECLUIDOS EN RESERVAS

La ONG informa de que los bosquimanos desplazados son recluidos en reservas, más bien "campos de muerte", en los que incluso son privados de suministro eléctrico o de agua potable cuando a las autoridades les conviene. El Gobierno asegura que es necesario "civilizarles", aunque Survival señala que se trata en realidad de una estrategia para proteger los intereses de las multinacionales.

La persecución de los bosquimanos no es algo nuevo. Desde los años ochenta, el Gobierno ha tratado por todos los medios de desalojar a los aproximadamente 1.500 bosquimanos que viven en la Reserva de Caza del Kalahari Central, para dejar vía libre al turismo y la extracción de diamantes y maderas preciosas.

En este país viven 45.000 de los 95.000 bosquimanos que se calcula que quedan en todo el continente. Hoy en día apenas existen bosquimanos que vivan tan sólo de la caza y la recolección como era su costumbre (aunque muchos siguen practicando estas actividades como una fuente complementaria de alimentos).

La mayoría viven como pastores trabajando gratis o por salarios mínimos como jornaleros, criados o en asentamientos y reservas del Gobierno, donde la tasa de alcoholismo y el desarraigo constituyen gravísimos problemas denunciados reiteradamente por las ONG de defensa de los Derechos Humanos.

Las minas de diamantes de Botsuana son explotadas por Debsuana, un conglomerado participado por De Beers y el Gobierno al 50 por ciento. El pequeño país africano es el primer productor de diamantes del mundo, y obtiene el 65 por ciento de sus ingresos anuales por este concepto.

DIAMANTES DE LA GUERRA

De Beers ha estado durante años en el centro de polémicas por el origen de sus diamantes, por ejemplo los procedentes de Sierra Leona o Angola durante las guerras civiles que devastaron estos países en los años noventa: los multimillonarios ingresos iban a parar a los bolsillos de las guerrillas y los ejércitos, que utilizaban las ganancias para comprar armas.

En 2000, la ONU impuso un embargo a los diamantes procedentes de zonas de guerra en Sierra Leona. A mediados de 2001, tras meses de negociaciones, finalmente se acordó en Moscú el establecimiento de un 'sello de origen' para los diamantes, emitido por el Diamond High Council (HRD), organización que representa a la industria en Bélgica. En mayo de 2001, la propia De Beers se comprometió a señalar el origen de sus gemas.

Las ONG sin embargo señalan que la determinación del origen de los diamantes sigue siendo difícil, sobre todo debido al elevado número de intermediarios y la falta de transparencia. Esta situación también se ve favorecida por el papel monopolístico de De Beers en la industria y por las lagunas legislativas tanto a nivel nacional como internacional.

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