Actualizado 02/08/2007 20:39

RSC.- La Universidad de Sevilla se une a proyecto sobre un hongo comestible que sirve para estudiar el ciclo del CO2


MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Universidad de Sevilla participa en un proyecto internacional para la secuenciación del genoma de la seta ostra, un hongo comestible cultivado industrialmente --cuyo consumo parece reducir los niveles de colesterol y con propiedades anticancerígenas-- que además sirve para conocer y estudiar el ciclo del CO2 por su potencial en materia de biodegradación de contaminantes.

La investigación, liderada por el catedrático de microbiología de la Universidad Pública de Navarra, Antonio Gerardo Pisabarro, será financiado por el Departamento de Energía de Estados Unidos, y en él han tomado parte científicos de diecinueve universidades y centros de Europa, Canadá, Japón, Israel y Estados Unidos. La aportación de la Universidad Hispalense viene de la mano del Profesor Titular del Departamento de Genética de la Facultad de Biología, Luis Corrochano.

El proyecto ha sido seleccionado entre los más de 400 que se presentaron a la convocatoria anual del Instituto de Genómica (Joint Genome Institute, JGI), dependiente de la Oficina de Ciencia del Departamento de Energía estadounidense; y es, --de los más de 40 que finalmente se van a llevar a cabo--, uno de los siete coordinados por una institución europea y el único liderado por un español.

"La aparición de las setas está regulada por la luz. Por ello, nuestro grupo pretende identificar los genes que intervienen en el proceso de fotorecepción para este hongo, e identificarlos", explicó Corrochano a la web 'Innova Press'.

La seta ostra, --o pleurotus ostreatus--, es el primer hongo comestible que se va a secuenciar en el mundo, pero aparte de las características que la hacen beneficiosa para su consumo --es rica en vitaminas y proteínas--, esta seta sirve de modelo para estudiar el ciclo del CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero, y tiene un alto potencial para su uso en biodegradación de contaminantes.

Este es el motivo por el que, junto con otros cultivos como la yuca o el algodón, ha sido seleccionada para su secuenciación por el Instituto de Genómica estadounidense.

La seta ostra participa activamente en la recirculación del carbono a nivel global, en la medida que este hongo es un degradador de lignina, un componente de la madera de los árboles y otras plantas que constituye el segundo depósito de carbono más importante que hay en la biosfera.

El genoma completo de la seta ostra contiene 70 millones de 'letras' o bases, que se hallan repartidos en dos copias equivalentes, puesto que este hongo, al igual que el ser humano, tiene una doble copia de cada cromosoma.

Sin embargo, el proyecto de secuenciación del genoma completo supondrá manejar un volumen de 280 millones de 'letras', lo que quiere decir que 70 millones de 'letras' equivaldrían a un volumen de más de 11.500 páginas de texto. Si las páginas fueran folios normales, puestos en fila, ocuparían una distancia de más de 3,5 kilómetros.