Actualizado 04/07/2007 16:27

Las ventas de coches que emiten más de 200 gramos de CO2 por kilómetro se mantienen estables en Europa

FITSA cree "desalentadoras" las cifras de ventas de coches muy contaminantes y el bajo crecimiento de los que menos


MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las ventas de automóviles que emiten más de 200 gramos de dióxido de carbono se mantienen estables en los últimos años en la Unión Europea, mientras que las entregas de coches que emiten menos de 121 gramos por kilómetro de CO2 se han incrementado de manera muy reducida hasta 2004, pasando del 1% en 2000 al 7% en dicho año, según recoge el 'Informe BASMA: Disposición básica del Parque Rodante ante la Seguridad y el Medio Ambiente', elaborado por la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (Fitsa).

Las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles de nueva matriculación se han ido reduciendo hasta situarse en una media de 160 gramos por kilómetro recorrido en 2004, aunque existe una tendencia a mantenerse de los grandes emisores de CO2, es decir, los que expulsan más de 200 gramos de este gas por kilómetro recorrido.

El documento, presentado hoy, pone de manifiesto que en 2004 el 60% de los turismos emitía entre 141 y 200 gramos de dióxido de carbono, lo que supone un importante avance en comparación con las emisiones de años anteriores. Sin embargo, se ha producido un escaso avance de los vehículos emisores de menos de 140 gramos de CO2.

El Informe BASMA contempla que esta disminución de la contaminación producida por los automóviles se debe a la evolución de la tecnología, así como por el aumento de las ventas de coches diesel en los últimos años. Esta tendencia ecológica de los turismos también se ha producido por el aumento de las normativas europeas más exigentes y el fomento de la sustitución de los vehículos más antiguos, que son los que más contaminan.

Además, el texto recoge que se ha producido un importante descenso de la emisiones de partículas de los vehículos diesel, gracias a los sistemas avanzados inyección que incorporan este tipo de vehículos, de combustión y postratamiento de gases.

En cuanto a los vehículos industriales, el texto explica que, al igual que en los turismos, también se ha experimentado una fuerte reducción de las emisiones de este sector, gracias a la renovación del parque y a las innovaciones tecnológicas.

No obstante, el transporte de mercancías por carretera, que representa el 12% del parque total, es el causante del 35,5% de las emisiones de dióxido de carbono y del 42% de las de óxidos de nitrógeno.

MEDIDAS PARA REDUCIR EMISIONES.

Para reducir en mayor medida las emisiones de los vehículos, el documento aboga por la puesta en marcha de un plan de renovación selectivo, con el fin de alcanzar un porcentaje del parque que tenga un "bajo o muy bajo" nivel de emisiones. Para ello, apuesta por incentivar en base al diferencial entre las emisiones sustituidas y las sustituyentes, a partir de un máximo de éstas.

Al mismo tiempo, insta a la renovación de las flotas de la Administración para que sirva como una acción ejemplarizante, o la penalización de los grandes emisores "al menos en el ámbito urbano" o mediante la vía de la fiscalidad, al igual que se está llevando a cabo en otros países.

Otra de las medidas que recoge el informe es modificar la etiqueta energética para que sirva como información al ciudadano y promover su colocación en los vehículos ofertados, tal y como sucede en la actualidad con los equipos electrodomésticos.

SEGURIDAD VIAL.

Por otro lado, el documento BASMA resalta que el número de accidentes de tráfico en los últimos quince años ha mostrado "una inequívoca tendencia a reducirse", a pesar de que en ese tiempo se haya producido un aumento de la movilidad del parque automovilístico del 95% y de que en este periodo el tráfico se haya duplicado.

Esta reducción se ha producido por diferentes factores como el estado de las infraestructuras, la velocidad, la gestión del tráfico, así como las políticas públicas, así como al factor humano y a la climatología, entre otras variantes.

Por ello, el texto resalta que el nivel de seguridad de los vehículos se ha visto beneficiado por la renovación del parque automovilístico y por los avances en materia tecnológica que contribuyen a evitar los accidentes, como el ESP, el limitador de velocidad o el ABS.

Los datos recogidos en el documento ponen de manifiesto que el sistema de Programa Electrónico de Estabilidad (ESP) se ofrece de serie en el 51% de los vehículos que se comercializan en la actualidad en España, pero apenas un 15% de los vehículos que circulan por las carreteras españolas lo incorporan, después de haber pasado 14 años desde su entrada en el mercado.

Al tiempo, indica que la oferta de equipamiento de seguridad de los vehículos para evitar accidentes "es muy asimétrica", puesto que elementos de la relevancia del ESP para evitar accidentes se ofrecen de serie en muy pocos vehículos de gama baja, mientras que el porcentaje se incrementa en los de mayor precio.

Por otro lado, el texto presentado hoy refleja que la siniestralidad tuvo unos costes (médicos, de daños materiales, pérdidas de producción, administrativos y humanos) de entre 13.000 y 17.600 millones de euros en 2004.

Los costes materiales supusieron el 44% del total, los humanos el 31%, las pérdidas de producción representaron un 12%, mientras que los costes médicos fueron el 2%. Estos datos ponen de manifiesto que se ha producido una disminución de los accidentes de mayor gravedad y un aumento de los que suponen sólo daños materiales y que tuvieron heridos leves.