BILBAO, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Diputación Foral de Bizkaia ha dado por concluidos los trabajos de cubrimiento de la histórica trinchera de la BI-637, en La Avanzada de Leioa, con el asfaltado de la calle Iparragirre. Han sido dos años y medio de obras para tapar una carretera que dividía en dos el municipio y que hoy cuenta con un nuevo bulevar de 18.000 metros cuadrados, aceras más anchas en las vías laterales y una reducción del ruido en la zona que ronda los 20 decibelios de media. Se trata de una carretera que soporta el tráfico de más de 90.000 vehículos diarios.
Según ha informado la institución foral, las obras comenzaron en abril de 2023 con un presupuesto de 65,2 millones de euros y un plazo de ejecución de 41 meses; esto es, tres años y medio. Sin embargo, el buen ritmo y la planificación de los trabajos han permitido adelantar un año la fecha de entrega. A falta de que se cambien unas baldosas en la zona media del bulevar, el cubrimiento de La Avanzada habrá finalizado el próximo miércoles.
A lo largo del pasado mes de septiembre se han realizado las últimas pruebas en el interior del túnel para la puesta en servicio del conjunto de sistemas que garantizan la seguridad de la circulación. Así, se ha probado la detección automática de incidentes que, en esta ocasión, incorpora un novedoso sistema de cámaras duales (térmicas y ópticas) que permitirá la máxima fiabilidad en la detección de las incidencias dentro del túnel.
También se han probado los nuevos sistemas de extinción de incendios y se ha terminado de integrar el resto de sistemas de seguridad como gálibos, control de accesos, señalización variable, y gestión y desencadenado de los planes de emergencia. Estos se unen a los sistemas de alumbrado y energización, que ya llevan varios meses en funcionamiento.
VENTILACIÓN
En el apartado de ventilación se integran tres algoritmos de funcionamiento diferentes: de control de incendios, de ventilación sanitaria y de control de la condensación. El túnel de la Avanzada, debido a su pequeña sección, su gran intensidad de tráfico y su escasa pendiente, provoca, en momentos de lluvia y con temperaturas templadas, condensaciones que empañan las lunas y los retrovisores de los vehículos.
Con la información suministrada por la estación meteorológica instalada y los anemómetros del túnel, se implantará en breve una pauta de ventilación forzada que evitará que se produzca este efecto.
Asimismo, hay habilitadas once galerías de evacuación y se ha impartido formación a las diferentes personas que actúan en la operación del túnel: personal del centro de operación del tráfico de Bizkaia (MKZ), responsables del mantenimiento, así como del Cuerpo de Bomberos, Policía y emergencias.
La prueba final se llevó a cabo el pasado 30 de septiembre con un simulacro de accidente en el que se validaron los diferentes sistemas de seguridad que integran la infraestructura, así como la respuesta de los diferentes organismos responsables ante un incidente de carácter grave.
El funcionamiento de todos los sistemas estará centralizado en dos nuevos locales técnicos situados en los extremos del túnel, desde donde se gestionarán más de 130 kilómetros de cableado instalados: 50 km de cable eléctrico, 50 km para comunicaciones y 30 km adicionales de fibra óptica. La velocidad máxima permitida en el túnel será de 60 km/h, garantizando un tránsito seguro y fluido por el nuevo tramo cubierto.
Por lo que respecta a la intervención en superficie, se ha culminado la pavimentación tanto para el tránsito peatonal como el rodado, los bidegorris, la colocación de barandillas, mobiliario urbano, farolas, pasos de peatones inteligentes, pretiles de seguridad.
NUEVO BULEVAR
El proyecto de cubrimiento de La Avanzada ha actuado sobre 57.000 m2 y ha incluido la construcción de un nuevo bulevar de 18.000 m2, de los que 12.000 m2 son de nueva incorporación a la trama urbana. Este espacio ha sido el resultante de cubrir los 900 metros de la antigua trinchera de la BI-637.
El nuevo bulevar cuenta con una extensión lineal de 620 metros destinados a recorridos peatonales, zonas de estancia y esparcimiento, en los que se han colocado 120 metros de bancos, además de fuentes, farolas y papeleras. Asimismo, se han habilitado 19.000 m2 de zonas verdes, en las que se irán plantando de manera progresiva más de 20.000 ejemplares de distintas especies vegetales.
El trazado del bulevar incluye un bidegorri que conecta con la red ciclable del entorno, garantizando una movilidad sostenible e intermodal. El tráfico rodado dispone de 17.000 m2 de carretera, y se han construido dos nuevas rotondas en superficie que mejorarán la conexión entre las vías de servicio y el núcleo urbano. Como parte de la actuación, también se ha ampliado la acera de la calle Iparragirre, que alcanza ahora los 2,5 metros de anchura, garantizando así su plena accesibilidad.
En cuanto a las cubiertas no transitables situadas en los extremos del túnel, estas están compuestas por una estructura metálica recubierta de paneles de aluminio, un material elegido por su durabilidad y bajo mantenimiento. Sobre estas superficies están las células fotovoltaicas, que permiten abastecer energéticamente los sistemas del propio túnel. Asimismo, en ambas bocas del túnel se han colocado 4.000 m2 de pantallas acústicas con el objetivo de reducir la contaminación sonora.