Armenia denuncia la "agresión" de Azerbaiyán y acusa a Turquía de "alimentar las tensiones"

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian - Kay Nietfeld/dpa - Archivo
Publicado: viernes, 25 septiembre 2020 22:01

MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, ha denunciado este viernes la "agresión" de Azerbaiyán en la región de Tavush y ha cargado contra Turquía --que respalda a Bakú-- por "alimentar las tensiones" en la zona sur del Cáucaso.

Pashinian ha manifestado durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas que el Ejército azerí "inició una ofensiva militar en la región fronteriza de Tavush" durante el mes de julio y ha acusado a Bakú de "continuar atacando a la población civil" a pesar de que Ereván "acordó poner fin a las hostilidades horas después de que estallaran".

"Las autoridades azeríes han incrementado sus amenazas de guerra, que han cruzado todas las fronteras imaginarias en un mundo civilizado. El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán ha amenazado incluso con lanzar un misil contra una planta nuclear en Armenia, lo que equivale a una amenaza con terrorismo nuclear", ha señalado.

Asimismo, ha sostenido que estos enfrentamientos "acabaron con el mito de la superioridad militar azerí y validaron que es obvio que no hay solución militar al conflicto de Nagorno-Karabaj". "Hace tiempo que la cúpula azerí debió reconocer este hecho y renunciar al uso de la fuerza y la amenaza de la fuerza para la resolución del conflicto", ha añadido.

Pashinian ha recalcado además el compromiso de Ereván con "un acuerdo exclusivamente pacífico" para el conflicto de Nagorno-Karabaj y ha incidido en que "el derecho a la autodeterminación de la población de Nagorno-Karabaj" debe ser la base de este proceso.

"Las aspiraciones y necesidades de las personas que viven en la zona de conflicto deben ser una prioridad en la agenda de negociaciones", ha resaltado, antes de criticar igualmente que "las autoridades de Azerbaiyán han estado usando de forma consistente el conflicto para legitimar su posición en el poder".

"Desde hace décadas, Armenia y los armenios han sido enemigos útiles para que la cúpula de Azerbaiyán justifique los bajos niveles de vida, la ausencia de democracia y las violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos en el país", ha argüido.

Por ello, el primer ministro armenio ha apuntado que "el alto el fuego debe ser fortalecido por acciones concretas sobre el terreno" y ha abogado por "renunciar a la retórica belicosa y el discurso de odio, aumentar el número de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la línea de contacto en la frontera, establecer un mecanismo de investigación de las violaciones del alto el fuego y crear una línea directa de comunicación entre los comandantes sobre el terreno".

Pashinian ha puntualizado además que, pese a que durante los enfrentamientos "los llamamientos de la comunidad internacional fueron principalmente a favor de respetar el alto el fuego, el diálogo y la contención, Turquía, en línea con sus políticas desestabilizadoras y de proyección de poder en sus regiones vecinas (...) no escatimó esfuerzos para alimentar las tensiones".

"Con su apoyo unilateral a Azerbaiyán y la expansión de su presencia militar allí, Turquía socava los esfuerzos para la paz y la estabilidad en la región, así como los esfuerzos del Grupo de Minsk de la OSCE en este sentido", ha lamentado.

De esta forma, ha denunciado que "Turquía amenaza directamente a Armenia y muestra su posición militar agresiva a través de provocativas maniobras militares conjuntas con Azerbaiyán en las proximidades de Armenia y Nagorno-Karabaj".

"Turquía construye sus políticas en nuestra región bajo la tradición del parentesco, la explotación de los conflictos, la justificación del genocidio armenio y la impunidad de ese crimen", ha dicho, al tiempo que ha incidido en que "Turquía supone una amenaza de seguridad para Armenia y para la región".

Los enfrentamientos que estallaron en julio han continuado de forma esporádica en la zona que separa la región azerí de Tovuz de la provincia armenia de Tavush, cerca de Georgia, a varios cientos de kilómetros de la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj, que es desde 1988 un punto de disputa entre Armenia y Azerbaiyán.

Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj. El conflicto vivió una escalada de violencia en abril de 2016 y, si bien se logró pactar un nuevo alto el fuego, se siguen registrando enfrentamientos esporádicos en la zona fronteriza.

Para impulsar una solución negociada del conflicto, se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por Estados Unidos, Rusia y Francia. El grupo incluye además a Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, así como a Armenia y Azerbaiyán, y la 'troika' de la OSCE, los países que representan la Presidencia de turno, la anterior y la siguiente.

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