BUYUMBURA/BRUSELAS 11 May. (Reuters/EP) -
Las autoridades belgas han anunciado este lunes la suspensión de ayuda a Burundi, lo que aumenta la presión internacional sobre el presidente, Pierre Nkurunziza, cuya decisión de postularse a un tercer mandato ha provocado la mayor inestabilidad política en una década.
El Gobierno de Bélgica, la primera nación donante que toma una decisión de este tipo, ha defendido que la suspensión de estas ayudas, que estaban destinadas a respaldar a las elecciones y a la Policía, se debe a que las condiciones actuales no son las adecuadas para celebrar unas elecciones, tal y como ha informado un diplomático belga.
"El vicepresidente Alexander De Croo cree que, con las circunstancias actuales, el pago de 2 millones de euros sólo puede ser puesto en espera", ha informado el Ministerio de Desarrollo y Cooperación en un comunicado.
Una misión observadora europea concluyó la pasada semana que las condiciones actuales en el país no permitían a los candidatos realizar una campaña electoral al uso. Así, Bélgica retirará también cinco millones de euros destinados a cooperación policial, una ayuda que designa conjuntamente con Países Bajos.
Europa es el mayor donante de Burundi, uno de los países con menos recursos del mundo, y la ayuda exterior supone la mitad del presupuesto anual de las arcas burundesas.
Ante la situación de inestabilidad, Estados Unidos, que anualmente aporta 71 millones de euros en equipamiento y entrenamiento militar, amenazó el viernes con sancionar a aquellos involucrados en la represión violenta de las manifestaciones.