WASHINGTON 23 Sep. (Reuters/EP) -
Parte de los bombardeos llevados a cabo este martes de madrugada en Siria tenían por objetivo a milicianos islamistas que ultimaban un ataque terrorista contra Estados Unidos o Europa, según ha confirmado la Casa Blanca.
"Desde hace algún tiempo, hemos estado vigilando tramas para perpetrar ataques en Estados Unidos o Europa", ha dicho el viceasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en declaraciones a los periodistas a bordo del Air Force One en las que ha aludido como posibles autores de estos atentados al grupo islamista Jorasan.
"Creemos que la conspiración era inminente y que tenían planes de realizar ataques fuera de Siria", ha añadido. Según una fuente oficial estadounidense que no ha querido revelar su identidad, los milicianos atacados estaban "cerca de la fase de ejecución" del atentado, aunque no ha podido aclarar cuál sería el objetivo.
Previamente, el Ejército norteamericano había reconocido que existía un riesgo de ataque "inminente" contra intereses estadounidenses y occidentales.
Estados Unidos ha liderado una coalición de la que también han formado parte Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Bahréin, Qatar y Arabia Saudí. El Pentágono ha explicado que las fuerzas estadounidenses comenzaron los bombardeos y los países árabes se sumaron en segundas y terceras oleadas, llevando a cabo tanto patrullas aéreas como ataques contra objetivos.
Durante los bombardeos, se lanzaron más de 160 municiones, de las cuales una mayoría correspondió a proyectiles de precisión, según el portavoz del Departamento de Defensa norteamericano, John Kirby, que ha dicho no disponer de información sobre posibles bajas civiles en estas operaciones.
Los bombardeos, no obstante, serían "sólo el principio" en la ofensiva contra grupos islamistas en territorio sirio. En este sentido, Kirby ha subrayado que los ataques lanzados en las últimas horas han sido "muy exitosos".