Banderas de Crimea y de Rusia durante el aniversario de la anexión.
Foto: MAXIM SHEMETOV / REUTERS
   
Actualizado: martes, 17 marzo 2015 18:40

CRIMEA, 17 Mar. (Reuters/EP) -

   Un año después de que la anexión de Crimea por parte de Rusia desatara una gran euforia a lo largo de esta península del Mar Negro, sus habitantes están sufriendo las dificultades de una región políticamente inestable, con una subida de los precios descontrolada y con la incertidumbre de si se aclarará su estatus dentro o fuera de Rusia.

   La bandera tricolor rusa ondea en todos los edificios públicos de Crimea en el primer aniversario de lo que el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó como "la histórica vuelta a casa" de la región. De hecho, la popularidad de Putin en esta región se ha disparado y su cara aparece en pancartas, carteles y hasta en camisetas.

   Después de que el Ejército ruso se hiciera con el control de Crimea, Moscú convocó un referéndum de anexión criticado por toda la comunidad internacional por violar la soberanía ucraniana y por no ofrecer garantías democráticas plenas.

   Sin embargo, esta situación no ha impedido que el pasado lunes empezaran las celebraciones por la "vuelta a casa" de Crimea, en el aniversario del referéndum en el que, según los datos oficiales, el 97 por ciento de los votantes eligió unirse a Rusia.

Celebración por el primer aniversario de la anexió

LA VIDA TRAS LA ANEXIÓN

   Algunos crimeos, como los pensionistas, consideran que se han beneficiado del traspaso de soberanía. Sin embargo, las inversiones extranjeras han huido, el sector bancario de Crimea está paralizado y muchos otros ciudadanos están sufriendo para llegar a fin de mes.

   Las condiciones económicas no eran fáciles en la Crimea ucraniana, pero no parece que la población haya notado mejorías al pasar a formar parte de Rusia. "Crimea será un islote estancado dentro de Rusia. ¿Qué hay de bueno aquí?", se ha preguntado un taxista llamado Nikolai. "Los precios son una locura y los salarios son para echarse a reír", ha explicado.

   "Los rusos de a pie han perdido con la anexión de Crimea", ha asegurado Sergei, un minorista del sector de la construcción nacido en Kiev y que se trasladó el año pasado a Simferopol, la capital crimea, tratando de evitar la difícil situación del país. "A lo largo de toda Rusia, los precios siguen subiendo, hay sanciones, el rublo se ha devaluado", ha explicado.

Celebración por el primer aniversario de la anexió

LAS CONSECUENCIAS LAS SANCIONES

   El país más extenso del mundo ha sufrido este año las consecuencias de unas fuertes sanciones económicas por parte de la UE y de Estados Unidos, empezando por la caída del rublo y de la inversión extranjera.

   El papel del Gobierno ruso en la crisis ucraniana ha supuesto que gran parte del mundo occidental atacara económicamente como alternativa a "ir a la guerra", como dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

   No obstante, Putin dejó claro el pasado domingo a través de un documental emitido por televisión que no se arrepiente de haber recuperado la península. "El objetivo definitivo era darle al pueblo una oportunidad de expresar su opinión sobre cómo querían vivir en el futuro", aseguró Putin. Según el presidente ruso, el despliegue militar en Crimea fue para prevenir un baño de sangre y salvar vidas.

   De hecho, "las valoraciones del presidente en Crimea son casi del 100 por ciento", ha señalado el primer ministro de Crimea, Sergei Aksinov, en una oficina en la que ondea la bandera rusa. "Nueve de cada diez personas dicen que apoyan (la anexión) y que volverían a votar lo mismo otra vez", ha asegurado Aksinov.

Celebración por el primer aniversario de la anexió

MOSCÚ DESCARTA DEVOLVER CRIMEA

   La Presidencia rusa no ha dado su brazo a torcer. El Kremlin se ha mantenido firme a pesar de las exigencias de Estados Unidos y de la UE de devolver Crimea a Ucrania.

   "Crimea es una región de la Federación Rusia y, por supuesto, el sujeto (de soberanía) de nuestras regiones no se debate", ha afirmado este martes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

   El secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) durante los años 50, Nikita Jrushev, sacó a Crimea de Rusia para integrarla en Ucrania, algo que muchos rusos consideran un "error histórico".

   Aunque entonces Rusia y Ucrania formaban parte del mismo país, el colapso de la Unión Soviética cuarenta años después dio lugar a que Crimea estuviera dentro de Ucrania tras la independencia del país.

   Esta península es uno de los puntos estratégicos más importantes de Europa. Controlar Crimea implica controlar los suministros de gas provenientes de los gaseoductos rusos. Además, supone un enclave a las puertas del mundo musulmán, presente al otro lado del Mar Negro, y de la UE, situada a unos 350 kilómetros de la península.

Leer más acerca de: