BAGDAD, 13 Dic. (Reuters/EP) -
Las fuerzas chiíes que están luchando contra el Estado Islámico en el oeste de Mosul han anunciado este martes que tienen como nuevo objetivo hacerse con el control de toda la región fronteriza con Siria, situada a las afueras de la ciudad, para evitar que los milicianos yihadistas utilicen la zona para refugiarse y lanzar desde allí futuros ataques.
Las fuerzas de Movilización Popular -- un grupo paramilitar chií que participa en la ofensiva para recapturar la ciudad de Mosul desde hace más de ocho semanas -- se han desplegado en el oeste de la ciudad con el objetivo de cortar el paso a los milicianos que pretendan huir hacia los territorios bajo su control en Siria cruzando la frontera.
Hasta la fecha, han recapturado una base aérea en el sur de la localidad de Tal Afar, situada a unos 60 kilómetros al oeste de Mosul. A pocos kilómetros hay desplegadas varias unidades de combatientes peshmerga, por lo que las fuerzas iraquíes mantienen sellado por completo el flanco oeste de Mosul.
Jafaar Hussaini, portavoz de Kata'ib Hezbolá, una de las milicias chiíes que participa en la ofensiva, ha explicado este martes que la estrategia es continuar avanzando hacia el oeste y así despejar la región fronteriza con Siria por completo. Supuestamente, según ha dicho Hussaini, los milicianos yihadistas han escondido gran cantidad de vehículos y armas en las localidades cercanas para utilizarlas en futuros ataques.
"El objetivo principal es asegurarnos de que los terroristas no puedan reagruparse después de perder Mosul y lanzar desde la frontera nuevos ataques", ha contado Houssani. Su grupo, Kata'ib Hezbolá, es una de las milicias chíes más importantes que luchan en el oeste de Mosul.
El otro grupo chií más relevante, la milicia Badr, está tratando de hacerse con el control de todas las aldeas que rodean Tal Afar, para "aislar al Estado Islámico y estrechar el cerco en torno a sus milicianos", según ha explicado uno de sus portavoces.
Las fuerzas iraquíes desplegadas en el oeste de la ciudad están avanzando muy lentamente, debido a que hay una gran cantidad de pequeñas aldeas esparcidas por las afueras de Mosul que los soldados chiíes están teniendo que liberar una por una. Las fuerzas iraquíes todavía se encuentran a más de 60 kilómetros de la frontera con Siria. "Queremos lograr el control de toda la zona de desierto a lo largo de la frontera", ha asegurado Hussaini.
Por otro lado, el Ejército iraquí ha logrado liberar gran parte de los barrios en el este de la ciudad. No obstante, debido a la presencia de civiles y a la inmensa cantidad de minas antipersona y trampas que han dejado los milicianos tras de sí, los soldados están avanzando muy lentamente hacia el interior de Mosul.
Si el Ejército iraquí consigue asegurar la región fronteriza con Siria en Irak, que desde 2014 ha estado en las manos del Estado Islámico, supondrá un duro golpe para el grupo terrorista, que se encontrará incomunicado con el resto de sus fuerzas en el oeste de Siria.
La derrota de Estado Islámico en Mosul, la mayor ciudad que controla en Irak y en Siria, supondría un duro varapalo para el autoproclamado 'califato' que el grupo terrorista declaró hace dos años.
Tras casi dos meses de ofensiva, Naciones Unidas sostiene que unas 91.000 personas se han convertido en desplazados internos en Mosul y en localidades cercanas. Esa estimación excluye a miles de personas que podrían haber sido obligadas a huir haciendo como escudos humanos de los milicianos que se van de Mosul.
