Un griego pasa por delante de un cartel con la imagen de Scheuble
ALKIS KONSTANTINIDIS / REUTER
Actualizado: lunes, 13 julio 2015 15:10

ATENAS, 13 Jul. (Reuters/EP) -

Los griegos han recibido la confirmación del acuerdo llegada desde Bruselas con un abanico de sensaciones que van desde el alivio por haber evitado el abismo inminente al enfado por tratarse de un documento más duro en algunos aspectos del que en su momento rechazó la población en un referéndum.

El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, regresa a Atenas para convencer a diputados y ciudadanía del pacto alcanzado con los acreedores. El Gobierno tiene el tiempo contado para solventar posibles disidencias y aprobar una serie de reformas clave.

Para Marianne, de 73 años, el acuerdo logrado en Bruselas tras una noche de intensas negociaciones es una "victoria pírrica", ya que incluye "medidas muy estrictas" para una población que ya "ha sufrido los últimos cinco años".

"Eso es lo que lo hace difícil para nosotros. Queremos quedarnos en Europa, no hace falta decirlo, pero ¿a qué precio?", ha preguntado Marianne, voz de una población desencantada por las medidas de austeridad que han llevado aparejados los dos rescates financieros anteriores.

Por su parte, Christina, de 43 años y trabajadora de una empresa privada, ha dicho que tenía un "destello de esperanza" y ahora se siente "decepcionada". "Estamos preparados para que pasase algo malo y ha ocurrido lo peor. Es lo que pensamos la mayoría", ha lamentado.

El ala dura de SYRIZA, la denominada Plataforma de Izquierda, ha considerado "humillante" el nuevo acuerdo, que anticipa nuevas medidas de austeridad para la economía helena. El principal partido de la oposición, Nueva Democracia, lo ha descrito como un "respiro" tras meses de agitación.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha destacado este lunes por la mañana que la reestructuración de la deuda y financiación a medio plazo en un paquete de crecimiento por valor de 35.000 millones de euros permitirá al país permanecer en el euro.

CRÍTICAS A ALEMANIA

En el foco de las críticas, por el poder exhibido en las negociaciones, se sitúa Alemania. Algunos griegos no dudan en expresar su ira hacia la canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, cuando se les pregunta por el resultado de las negociaciones.

El periódico 'Demokratia' ha equiparado a Grecia con el campo de concentración nazi de Auschwitz y ha asegurado que Schaeuble está "buscando un holocausto en Europa". "Vuelven los alemanes, no con la fuerza de su Ejército sino con la de su economía", ha apuntado por su parte el diario de izquierdas 'Efimerida Ton Syntakton', en alusión a la ocupación germana.

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