BAGDAD, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Policía iraquí ha empleado cañones de agua y porras para dispersar a más de 250 manifestantes que se han congregado en la ciudad de Nassiriya (sur del país) en señal de protesta por los numerosos cortes de suministro eléctrico y, en términos generales, la escasa calidad de los servicios públicos.
La protesta, realizada la noche del pasado sábado tras ignorar el toque de queda impuesto por las autoridades, forzó a la intervención de la Policía antidisturbios, y recuerda a una similar producida el pasado mes de junio, cuando un millar de personas intentaron asaltar la sede del Gobierno provincial.
"Los manifestantes arrojaron piedras a la Policía y tuvimos que intervenir. No tenían permiso para estar ahí", explicó una fuente policial. Según fuentes médicas, nueve personas han resultado heridas, seis de ellas policías que presentaban leves cortes y magulladuras. Además, se procedió al arresto de 37 personas.
Los cortes de electricidad se deben sobre todo a las deficientes instalaciones, que no suelen soportar las altísimas temperaturas del verano iraquí, donde se superan regularmente los 50 grados.
