El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura
LEONHARD FOEGER / REUTERS
Actualizado: miércoles, 20 enero 2016 22:44

GINEBRA, 20 Ene. (Reuters/EP) -

El enviado especial de Naciones Unidas a Siria, Staffan de Mistura, ha admitido de que el diálogo de paz, previsto para el próximo 25 de enero en Ginebra, podría retrasarse debido a la falta de consenso sobre los representantes de la oposición al Gobierno de Bashar al Assad.

"Creo que podremos empezar las negociaciones, aunque quizá no el 25", ha dicho el diplomático europeo en una entrevista concedida este miércoles a la cadena estadounidense CNN en el marco del Foro Económico Mundial de Davos.

De Mistura ha explicado que, a pesar del posible retraso, debe mantenerse "el momento de presión" sobre las partes --Gobierno y oposición-- para que se sienten a la mesa de negociaciones y acabar de esta forma con la guerra siria.

El enviado especial ha confiado en que así sea porque, según ha contado, Rusia no está interesado en alargar el conflicto armado e Irán y Arabia Saudí --archienemigos regionales-- "probablemente se han dado cuenta de que ha llegado la hora de intentar encontrar una solución política".

Independientemente de cuáles sean la fecha y el escenario escogidos, De Mistura ha incidido en que debe haber unas conversaciones de paz "serias" vinculadas a "manifestaciones concretas" de la voluntad de las partes, como las treguas.

En la misma línea, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, ha señalado que un eventual retraso del diálogo de paz "no es el fin del mundo". "Es un proceso difícil, pero tenemos que mantener la presión para seguir adelante", ha dicho.

Sin embargo, horas antes el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry , y el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, habían descartado esta posibilidad. "No tenemos intención de posponer las conversaciones de paz", dijo Lavrov tras reunirse con Kerry en Zúrich.

EL ESCOLLO DE LAS DELEGACIONES

Naciones Unidas informó el lunes de que retendría las invitaciones a la conferencia de paz hasta que las partes decidieran quiénes serán sus representantes en la misma.

El problema se debe a que Rusia e Irán --principales valedores de Al Assad-- se oponen a que Arabia Saudí --del lado de los rebeldes-- influya en la selección de los miembros de la oposición que acudirán al diálogo de paz.

Riad fue la sede de la reunión de la oposición siria en la que se designó al ex primer ministro Riad Hijab como líder del consejo que decidirá quiénes serán los delegados que acudirán a hablar con el régimen de Al Assad.

Hijab ya ha dado a conocer una lista en la que aparecen miembros de Jaysh al Islam y Ahrar al Sham, grupos islamistas considerados organizaciones terroristas por Rusia, lo que dificulta que sean aceptados como interlocutores.

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