Obama habla por teléfono con Rudd para "discutir posibles respuestas al uso de armas químicas en Siria"

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 20:48

WASHINGTON, 27 Ago. (Reuters/EP) -

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado por teléfono con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, para "discutir posibles respuestas de la comunidad internacional" al uso de armas químicas en Siria, según ha informado la Casa Blanca.

Además, los dos líderes "expresaron su gran preocupación por el supuesto uso de armas químicas por parte del régimen sirio contra civiles cerca de Damasco el pasado miércoles", en un ataque que, según opositores y activistas, dejó cientos de muertos y miles de afectados.

Por su parte, la asesora de Seguridad Nacional Susan Rice se ha reunido este lunes con su homólogo israelí, Yaakov Amidror, como parte de las consultas de alto nivel que regularmente llevan a cabo y han abordado la situación en Siria, Egipto e Irán, entre otros asuntos regionales.

El ataque del pasado miércoles en Damasco ha activado el engranaje de la política internacional y ha permitido que, tras meses de espera, finalmente un grupo de expertos de Naciones Unidas llegara hoy a Siria para investigar el supuesto uso de armas químicas.

El Gobierno sirio ha dado su visto bueno, permitiendo el acceso irrestricto de los expertos de la ONU a todo el territorio, a pesar de que hasta ahora se había negado a que investigaran también las denuncias de la oposición.

El cambio de postura se ha producido en medio de las advertencias de Estados Unidos y sus aliados, que han insistido en que contemplan "todas las opciones" para responder al uso de armas químicas y han subrayado la disposición de sus Fuerzas Armadas a llevarlas a cabo.

Tras el primer día de trabajo de los expertos de la ONU, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha afirmado que el uso de armas químicas es "innegable", mientras que sus homólogos británico, William Hague, y francés, Laurent Fabius, han alertado de que las pesquisas servirán para poco porque ha habido tiempo para destruir pruebas.

En este contexto, el presidente sirio, Bashar al Assad, ha negado otra vez que su Gobierno haya usado armas químicas en la guerra civil, indicando de que tales acusaciones son de "carácter político", y ha alertado a Occidente de que, si invade el país árabe, "le espera el fracaso.

Desde que comenzó el levantamiento popular contra el régimen de Al Assad, en marzo de 2011, más de 100.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes, según cifras de Naciones Unidas y activistas.

El Gobierno, por su parte, atribuye la mayoría de las víctimas civiles a los grupos terroristas que, según ha denunciado insistentemente, actúan en Siria al amparo de países como Turquía, Arabia Saudí y Qatar, entre otros.

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