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MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Pakistán ha subrayado este lunes que la región de Cachemira, en disputa con India, "nunca fue ni será" parte del país vecino, al tiempo que ha vuelto a abogar por la apertura de un diálogo para solucionar la crisis.
El ministro de Información paquistaní, Fauad Chaudhri, ha pedido a las autoridades indias que pongan fin a sus abusos contra los cachemires y satisfagan sus reclamaciones de soberanía.
"El tratamiento a los cachemires recrudece un fuego que ya arde, no lo sofoca (...) el genocidio en el valle (de Cachemira) debe llegar a su fin", ha sostenido, antes de invitar nuevamente a India a iniciar un diálogo, según ha informado el diario paquistaní 'The Express Tribune'.
Poco antes, había recalcado que todo Pakistán "está unido ante la amenaza" de una agresión por parte de India y ha recordado que el primer ministro paquistaní, Imran Jan, ha abogado en varias ocasiones por estrechar lazos. "Islamabad quiere la paz con Nueva Delhi", ha indicado.
Tras asumir el cargo en 2018, Jan se mostró dispuesto a hacer avances en este sentido, si bien pidió a India que mostrara reciprocidad. "Si dan un paso hacia nosotros, nosotros daremos dos, pero al menos necesitamos un inicio", dijo Jan tras asumir el cargo en julio de 2018.
El Ministerio del Interior de India ordenó durante el fin de semana el despliegue de entre 9.500 y 12.000 paramilitares en el valle de Cachemira tras el reciente atentado en Pulwama, que se saldó con 44 muertos y que ha incrementado la tensión con Pakistán, a la que India acusa de dar cobijo a los responsables del ataque.
El grupo islamista Jaish-e-Mohammed (JeM), con base en Pakistán, reivindicó la autoría del atentado, el peor en la historia en Jammu y Cachemira, el único estado indio de mayoría musulmana. La totalidad de muertos eran miembros de un organismo de seguridad.
El Gobierno de India llamó a consultas a su embajador en Pakistán tras el atentado en Pulwama. El Gobierno de Nueva Delhi ha denunciado que Pakistán estuvo implicado en el ataque, una acusación que ha rechazado el Ejecutivo paquistaní.
Tras ello, el primer ministro de India, Narendra Modi, realizó unas duras declaraciones en las que dijo que el atentado "demuestra que la etapa de hablar sobre el terrorismo ha terminado", al tiempo que sostuvo que "el mundo debe unirse y adoptar medidas concretas contra el terrorismo y los que lo apoyan".
La semana pasada, el Consejo de Seguridad Nacional de Pakistán, encabezado por Jan, dio autorización al Ejército para "responder de forma decisiva" a cualquier tipo de "agresión" por parte de India.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó el 20 de febrero su "gran preocupación" por las recientes tensiones entre India y Pakistán y pidió "máxima contención" para evitar un "mayor deterioro" de la situación.