ERBIL (IRAK), 27 (Reuters/EP)
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha anunciado este viernes que debido a la falta de fondos y donaciones por parte de la comunidad internacional se ha visto obligado a dividir las raciones de comida que distribuye a más de 1,4 millones de iraquíes desplazados a causa de la lucha contra el Estado Islámico
"Este año, de alguna forma, estamos recibiendo las donaciones de nuestros contribuyentes algo tarde y ya estamos en contacto con ellos, pero no tenemos suficientes fondos a día de hoy", ha dicho este viernes Inger Marie Vennize, portavoz del PMA. "Nos hemos visto obligados a reducir las raciones este mes", ha añadido.
"Los cortes de hasta un 50 por ciento del tamaño de las raciones afectarán a unos 1, 4 millones de iraquíes", ha señalado Vennize. El PMA está negociando con Estados Unidos, Alemania, Japón y otras potencias para conseguir nuevos fondos que le permitan entregar raciones enteras de nuevo.
El impacto de la medida ya se ha sentido en la mayoría de los campos para desplazados internos al este de Mosul, donde se está llevando a cabo una ofensiva por parte del Ejército iraquí para recuperar la ciudad de manos del Estado Islámico. Se estima que alrededor de 160.000 personas han tenido que dejar sus hogares desde que comenzó la campaña militar en octubre de 2016.
"Al principio nos daban una cantidad decente de comida, pero ahora la han reducido", ha señalado Omar Shukri Mahmoud, residente del campo para desplazados de Hassam Sham. "Están dando a una familia entera la ración de una persona, encima no hay trabajo. Queremos volver a casa", ha añadido.
"Somos una familia grande, esta ración no va a ser suficiente", ha apuntado Safa Shaker, madre de 11 niños. "Escapamos del Estado Islámico para tener una oportunidad de vivir, llegamos aquí y ahora nos cortan la ayuda. ¿Cómo se supone que vamos a vivir entonces", ha señalado.
Se estima que desde que el Estado Islámico se hizo con gran parte del norte de Irak y Siria en 2014, más de tres millones de personas han tenido que huir de sus casas y ahora viven en campos para desplazados.