Trabajo, vivienda y dinero a cambio de que los insurgentes abracen la paz

Milicianos taliban
REUTERS
Actualizado: jueves, 21 octubre 2010 18:27

KABUL, 21 Oct. (Reuters/EP) -

El nuevo Alto Consejo de Paz afgano está dispuesto a hacer concesiones para conseguir que los insurgentes vuelvan a la mesa de negociaciones pero también insiste en la demanda del Gobierno de Afganistán y de Estados Unidos de que renuncien a la violencia.

El portavoz del Alto Consejo de Paz, Qiyamuddin Kashaf, dijo que algunos de los alicientes que puede ofrecer a los milicianos son puestos de trabajo, viviendas y dinero. La formación de este organismo fue propuesta por el presidente afgano, Hamid Karzai, con el propósito de poner fin a la guerra a través del diálogo, y hace unos meses recibió el apoyo de una 'jirga' o asamblea tradicional.

Kashaf explicó que el consejo, que cuenta con 70 miembros, ha establecido el mecanismo que quiere usar como 'hoja de ruta' para iniciar las conversaciones con los insurgentes, que se centra en buscar una manera "honrosa" de que los milicianos se reintegren en la sociedad.

"Este regreso honroso supone un puesto, una casa, un sueldo y dignidad. Ellos quieren concesiones y se las ofreceremos", declaró en una rueda de prensa. "El Alto Consejo de Paz está pidiendo con gran seriedad a la oposición armada de Afganistán y a sus líderes que renuncien a la violencia y se unan al proceso de paz", añadió Kashaf, que leyó el primer comunicado emitido por el organismo tras varios días de deliberaciones.

Durante años, tanto Karzai como Washington han dicho que los milicianos que quieran negociar deben abandonar antes la violencia, cortar su relación con Al Qaeda y aceptar la nueva Constitución, unas condiciones que los talibán han rechazado varias veces.

Pero el jefe del Alto Consejo de Paz, Burhanuddin Rabbani, sugirió recientemente que podría estar dispuesto a dar un mayor margen de maniobra, dado que este organismo es independiente, y a ser flexible respecto a las condiciones previas para el diálogo con los milicianos islamistas.

Los talibán, por su parte, siempre han insistido en que para sentarse a negociar con el Gobierno afgano antes deben salir del país los casi 150.000 soldados extranjeros que están desplegados allí.

Fuentes de la OTAN y de las autoridades afganas han confirmado que ha habido contactos preliminares entre el Gobierno y los talibán, pero un portavoz de los insurgentes ha asegurado que esas informaciones son pura propaganda y ha rechazado el Alto Consejo de Paz.

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