Actualizado: martes, 21 noviembre 2017 19:17

ERBIL/BAGDAD, 21 Nov. (Reuters/EP) -

Las autoridades iraquíes han trasladado a más de 800 de mujeres y niños de supuestos miembros del Estado Islámico desde un centro de detención en el norte de Irak hasta Bagdad, debido a las condiciones de seguridad y a las dificultades de mantenerlos en un lugar tan remoto como el norte del país.

La mayoría llevan detenidos desde el pasado 30 de agosto, cuando más de 1.300 miembros del Estado Islámico sucumbieron ante combatientes kurdos, después de que las fuerzas del Gobierno iraquí expulsaran a los yihadistas de Tal Afar, una de sus últimos bastiones en Irak. Según las autoridades iraquíes y organizaciones de ayuda humanitaria, estas personas han llegado desde Turquía, Europa y antiguas repúblicas soviéticas.

En torno a 700 más todavía permanecen retenidos en la ciudad norteña de Tal Keif, de acuerdo con Mohamed al Bayati, el jefe del Comité de Defensa y Seguridad de Mosul.

Según Al Bayati, las autoridades iraquíes ya empezaron a trasladar a familias hace algunos días y pretenden llevar a todos los extranjeros detenidos a Bagdad en unas cuantas jornadas. Este movimiento a la capital coincide con el impulso que Irak ha empezado a dar a los procedimientos legales destinados a determinar el destino de estos niños y mujeres, así como el tiempo que se prolongará su detención. Del mismo modo, se ha continuado con las operaciones para derrotar a los milicianos en los últimos reductos que controlan, ubicados en el oeste de Anbar.

Las cifras de retenidos han ido en aumento, ya que más extranjeros se han rendido o han sido capturados, de acuerdo con la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Irak, Sara al Zawqari.

"Estas mujeres y niños extranjeros tienen derecho a un juicio justo", ha indicado la portavoz del CICR, la única organización que les ha otorgado ayuda humanitaria a las personas de Tel Kaif. "Si necesitan ser repatriados, todas las partes implicadas deberían asegurarse también de que tengan derechos y sean tratados con respeto y dignidad", ha añadido.

"El Gobierno debería encontrar una manera de decidir su futuro y lo que hacer con ellos", ha indicado un consejero local de Mosul, Abdul Rahman Al Wagga. Muchos de los prisioneros vivían en esta ciudad del norte de Irak bajo el dominio del Estado Islámico.

En el mes de septiembre, las agencias de ayuda humanitaria dijeron que estaban muy preocupadas por el destino de estas familias, después de que se llevara sin previo aviso a más de 1.300 personas a Tal Keif desde Mosul, donde se encontraban inicialmente.

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