Actualizado: domingo, 29 noviembre 2015 21:51

Abren la puerta a eliminar la exigencia de visado en otoño de 2016 si Ankara cumple con la readmisión de inmigrantes terceros

BRUSELAS, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado este domingo con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, la "necesidad de reactivar" las negociaciones para la adhesión de Turquía al club comunitario y el desembolso, en principio, de 3.000 millones de ayuda para los refugiados llegados al país, a cambio de que Ankara refuerce la seguridad de sus fronteras y frene el paso de inmigrantes irregulares y demandantes de asilo.

El primer gesto para desbloquear las negociaciones tendrá lugar el próximo 14 de diciembre, en una conferencia intergubernamental que abrirá el diálogo en política económica (capítulo 17), según la declaración adoptada en la cumbre UE-Turquía, primera de este tipo en diez años a la que acuden todos los líderes de la UE y no sólo los representantes de la Comisión y el Consejo.

El texto recoge la voluntad de continuar los "trabajos preparatorios" para abordar "una serie de capítulos" más adelante en 2016, pero no nombra ninguno en concreto, pese a que en borradores anteriores sí se hablaba, entre otros, de los que afectan a justifica y derechos fundamentales.

"No reescribimos la política de ampliación, el marco de las negociaciones sigue aplicándose, deben respetarse los valores europeos y los Derechos Humanos también. Todo ello se mantiene", ha afirmado en una rueda de prensa final el presidente del Consejo, el polaco Donald Tusk, para dejar claro que no habrá trato de favor con Turquía.

En opinión de Davutoglu, la confirmación de la apertura del capítulo de política económica es "una señal clara" de la Unión Europea, por lo que ha considerado factible la "aceleración" de las negociaciones.

El primer ministro ha mostrado su satisfacción porque "realmente hay una voluntad europea" de avanzar en este camino y ha expresado que su Gobierno es un "gobierno de reformas" que hará todo por "abrir todos los capítulos posibles". "(La adhesión) ya no será un suelo lejano, sino una realidad en los próximos años", ha asegurado.

Otra de las claves del acuerdo sellado el domingo es la perspectiva de eliminar la exigencia de visados a los ciudadanos turcos que entren en la Unión Europea en otoño de 2016. El mandatario turco ha admitido que es un calendario "abierto", condicionado a pasos previos como la evaluación de Bruselas en marzo de 2016 y la puesta en práctica desde junio de 2016 del acuerdo para readmitir a inmigrantes de terceros países deportados por la UE.

"Si todas las exigencias se dan, la liberalización de visados podrá entrar en vigor en otoño de 2016. Pero que quede claro que no cambiamos las exigencias", ha avisado el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.

3.000 MILLONES DE LA UE POR LA COLABORACIÓN

Los líderes de la Unión Europea prometen a cambio una ayuda para atender a los refugiados sirios en Turquía que será "inicialmente" de 3.000 millones de euros, pero no se aclara la forma en que se repartirá el peso de las contribuciones entre los Estados miembros, ni el calendario para los desembolsos, porque es una cuestión interna que decidirán los 28 en las próximas semanas.

De este modo se evita aclarar si la ayuda será en un año, tal y como quería Turquía, o se dividirá en al menos dos años, como propone la Comisión Europea. Grecia, Chipre, Croacia y Hungría ya han dicho que no tienen intención de participar en este fondo, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido que participen "todos" los Estados miembros.

En cualquier caso, el fondo de ayuda estará en marcha a partir de enero de 2016 con los primeros 500 millones de euros que aporta el Ejecutivo comunitario y los líderes de la UE han dejado claro a Ankara que hace falta "más avances" en la colaboración para que se cumplan los pagos.

El primer ministro turco ha querido subrayar sobre este asunto que la ayuda anunciada "no es un regalo" para Turquía, sino que se destinará a cubrir las necesidades de los más de dos millones de refugiados que acoge.

En los márgenes de la cumbre, Merkel ha promovido un encuentro de los ocho países que más refugiados acogen, con el objetivo de explorar fórmulas para crear vías de entrada legal a la UE, pero ha concluido sin ningún avance.

LUCHAR CONTRA EL TERRORISMO Y LAS MAFIAS

La lucha contra el terrorismo "sigue siendo una prioridad" para las dos partes, según la declaración conjunta. Los atentados del pasado 13 de noviembre en París han puesto de manifiesto, a juicio de los lideres, la necesidad de reforzar la seguridad en la frontera con Turquía, por temor a que los yihadistas utilicen las mismas rutas que los refugiados para entrar en la UE.

"Hace falta ver una verificación de las personas que pasan por el territorio turco. Sabemos que hay combatientes extranjeros (europeos que viajan a Siria para ser formados por el EI) que tienen esa intención y usan esos itinerarios, también hay terroristas que podrían infiltrarse", ha asegurado en declaraciones a la prensa en Bruselas, a su salida de la cumbre extraordinaria UE-Turquía.

"La prioridad absoluta, antes de la liberalización de visados", ha añadido el primer ministro belga, Charles Michel, es que Ankara garantice un control "estricto" de sus fronteras.

Esta "nueva fase" en las relaciones bilaterales contempla un "diálogo estructurado y de alto nivel más frecuente", que se producirá "en el formato adecuado", incluidas dos cumbres cada año.

Así lo plantea el documento refrendado, que, sin embargo, evita aclarar si esas cumbre tendrán el formato habitual de las citas con terceros países --con la UE representada por Bruselas y el Consejo--, o contaría con los 28, algo poco probable, según las fuentes consultadas.

Otro de los retos asumidos por Turquía y la UE es la de combatir las mafias que trafican con los inmigrantes, un objetivo "capital" del plan de acción, según ha explicado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El jefe del Ejecutivo español ha apuntado la necesidad de "resolver la situación" en Siria y Libia y ha dicho que la posición de España "es siempre estar a favor de solucionar los problemas allí donde se crean".

Todos los elementos que contempla el plan de acción deberán avanzar "en paralelo" y su cumplimiento será "estrechamente vigilado", concluye la declaración conjunta de la cumbre.

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