KAMPALA, 2 Feb. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Uganda han rechazado este jueves llevar a cabo una intervención militar en Sudán del Sur y han alertado de que cualquier imposición externa sólo agravará la situación, que podría derivar en genocidio.
"No creo que sea buena idea intervenir", ha indicado el secretario de Estado de Asuntos Exteriores de Uganda, Okello Oryem. La confianza depositada a nivel internacional en el Gobierno del presidente sursudanés, Salva Kiir, ha ido desciendo durante los últimos meses debido al aumento de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los seguidores del líder opositor, Riek Machar.
"Esa es una mentalidad colonial. Si intentáramos intervenir en Sudán del Sur, creo que las fuerzas de Machar se resistirían y lucharían", ha señalado Oryem. "Es una idea que no debería discutirse", ha añadido.
Desde la independencia de Sudán del Sur en 2011, las tensiones entre los diferentes grupos étnicos han ido aumentando en el país. La rivalidad política entre las facciones desembocó en 2013 en una guerra civil.
A pesar de que Kiir y Machar firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015, los enfrentamientos se reanudaron un año después en Yuba, la capital del país, lo que provocó que Machar abandonara Sudán del Sur y se trasladara a República Democrática del Congo.
El Gobierno de Uganda, que envió efectivos a Sudán del Sur en 2013 para prevenir que se produjese un genocidio similar al que tuvo lugar en Ruanda en 1994, fue duramente criticado por la comunidad internacional.
"Malinterpretaron nuestras acciones y todo se fue al traste. Fuimos acusados de todo y nos instaron a marcharnos de allí", ha afirmado Oryem. "Les hemos dicho que no vamos a regresar. Uganda ya no tiene ningún interés en enviar tropas a Sudán del Sur", ha afirmado.
El portavoz del Ejército ugandés, Richard Karemire, ha informado de que la situación en el país ha mejorado desde que Machar abandonó Yuba. "Cada vez que ocurre algo en Sudán del Sur, Machar está por medio", ha añadido.
