MURCIA, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueduto Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, ha salido del encuentro mantenido hoy viernes en Madrid con Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con una sensación "agridulce".
Por un lado, ha valorado que se vayan a mantener "las líneas de trabajo que ya existen y que estamos obligados a mantener". Unas líneas de trabajo, ha explicado, tendentes a infraestructuras y también a desalación.
Sin embargo, en la parte que tiene que ver con la planificación del Tajo y la detracción de caudales del trasvase en favor de nuevos caudales ecológicos más elevados, "la sensación es de desconsuelo", ha lamentado Jiménez.
Por ello, ha exigido al ministerio que tenga en cuenta "la obligación, que le viene impuesta por nuestra legislación, de ser ecuánime, de abstraerse de manifestaciones políticas de líderes regionales, para situarse en lo que la planificación exige: conseguir el buen estado de las masas de agua, pero sin olvidar lo intereses sociales y económicos de las poblaciones del levante español, que son usuarias del trasvase Tajo-Segura".