El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que se ha alcanzado un acuerdo sobre Gibraltar después de que la UE y Reino Unido hayan "aceptado las exigencias españolas", por lo que España votará este domingo a favor del acuerdo del Brexit en la cumbre de líderes europeos. "Una vez que la retirada del Reino Unido se produzca de la UE, la relación de Gibraltar con la UE, la relación política, jurídica y hasta incluso geográfica pasarán por España", ha resumido Sánchez en una declaración sin preguntas ante los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa. A pesar de que ni se ha modificado el Tratado de Retirada de Reino Unido de la UE ni la declaración política que establecerá el marco de la relación futura entre la UE y Reino Unido, que era lo que inicialmente pedía España, Sánchez ha presentado la solución finalmente alcanzada como un éxito histórico tras unas "difíciles, pero fructíferas negociaciones". Sánchez aspiraba a retirar, modificar o precisar en un documento jurídicamente vinculante el artículo 184 del Tratado de Salida, introducido, según España, "con nocturnidad y alevosía" en el último momento por la primera ministra británica, Theresa May, con la aquiescencia de los negociadores europeos. Ese artículo señala que el Reino Unido y la UE deberán negociar los términos de su relación futura, pero no precisaba que para todo lo referido a Gibraltar se tenía que contar con España. Como el artículo estaba incluido en un Tratado, el de Salida, que sí se aplica a Gibraltar, España temía tener problemas en el futuro con su capacidad de veto sobre todo lo referido al Peñón. Finalmente, España se da por satisfecha con una declaración de la Comisión Europea y del Consejo Europeo en la que "descartan" que el artículo en discordia "sea aplicable al contenido de la relación futura, incluido el ámbito territorial", interpretación que Reino Unido reconoce por escrito en otra carta de su embajador ante la UE, documento al que Sánchez ha dado un valor "trascendental". España también quería modificar en el mismo sentido la declaración política sobre la relación futura de la UE con Reino Unido que acompaña al Tratado de Retirada. Este texto tampoco se tocará. La solución encontrada se limita a añadir unas notas a las actas de la cumbre del domingo en las que se recogerá "que no sólo se deberá contar con el acuerdo de España, sino que los acuerdos que afecten a Gibraltar deberán ser acuerdos separados a los que se concluyan con Reino Unido por parte de la UE". En esa fase de las conversaciones, Sánchez ha anunciado su intención de poner sobre la mesa la cuestión de la cosoberanía. Esta es la misma fórmula empleada para despejar las dudas que otros países miembros, que nunca llegaron a amenazar con vetar el acuerdo, planteaban a la declaración política. En tercer lugar, Sánchez ha puesto en valor que España haya conseguido una "declaración política conjunta del Consejo Europeo y la Comisión Europea" que ha calificado de "histórica" porque "sienta las bases de una nueva forma de abordar la relación con Gibraltar a nivel europeo". Este tercer texto "excluye a Gibraltar de la negociación general entre la UE y el Reino Unido", lo que permitirá a España tener una negociación directa con el Reino Unido sobre Gibraltar y exige el acuerdo previo de España para la negociación de cualquier acuerdo de la UE que se aplique a Gibraltar. "Con ello garantizamos que los ámbitos de negociación futura en la relación con Gibraltar sean de nuestro interés y acordes a nuestra política en relación con Gibraltar", ha explicado el presidente. A estos documentos hay que añadir sendas cartas de los presidentes de la Comisión y el Consejo "ratificando las exigencias españolas". Para Sánchez, lo conseguido supone un "triple blindaje histórico con el que puede abordar definitivamente con Reino Unido el futuro de Gibraltar durante los próximos años" y se refuerza lo establecido en anteriores etapas como las orientaciones del Consejo Europeo aprobadas en 2017. El presidente ha justificado su amenaza de veto al acuerdo del Brexit, hoy levantada, en que la cuestión de Gibraltar es "capital" para España porque afecta a la integridad territorial y a la soberanía nacional del país. Pero éste no ha sido el único motivo que explica la firmeza de España en la defensa de su posición. La necesidad de ir avanzando hacia la reducción de los desequilibrios actuales entre el Peñón y el Campo de Gibraltar es también para España una cuestión "de Estado". Sánchez, que ha comunicado al Rey el acuerdo alcanzado, ha anunciado que a lo largo del fin de semana el ministro de Exteriores, Josep Borrell, se pondrá en contacto con los portavoces parlamentarios de Exteriores y que él hará lo propio con todos los grupos a partir de la semana próxima. El 12 de diciembre comparecerá ante el Congreso de los Diputados para explicar los extremos de este acuerdo y los resultados de la cumbre del domingo. Tras agradecer el trabajo desplegado en los últimos días por los diplomáticos, abogados del Estado y los negociadores implicados, Sánchez ha terminado su alocución subrayando que España es un "gran Estado, con grandes servidores públicos". "Somos un gran país", ha zanjado.