Actualizado 13/06/2010 14:00

Carmen Tomás.- Desde el parqué.- Por fin, una buena.

MADRID, 13 Jun. (OTR/PRESS) -

La bolsa ha vivido, por fin, una semana para recordar. El IBEX ha avanzado casi un 4 por ciento, algo que no ocurría hace muchos meses. Las razones para este avance, después de muchas jornadas negativas, son varias. Primero, la subasta de bonos del Tesoro. La deuda fue más cara, la banca española suscribió buena parte de ella, pero hubo mucha demanda. Así que los inversores que están ávidos de noticias han entendido que ha vuelto algo de confianza en la economía española. También se han cerrado varias operaciones entre cajas de ahorros. No creo que sean pasos suficientes, ni siquiera pienso que se vayan a mantener, pero la bolsa ávida de noticias va paso a paso valorando muy al día las noticias. Los índices han perdido muchos puntos en los últimos meses y cualquier noticia mínimamente positiva genera esperanza.

En los próximos días habrá que valorar la reforma del mercado laboral que parece que el gobierno tiene cerrada y que piensa aprobar el próximo miércoles en un consejo de ministros extraordinario. Habrá que leer la letra pequeña para valorar si es lo que demanda la economía española o si por contentar a unos y otros no acaba de rematar los asuntos que ya no deberían tener más demora. También será interesante comprobar con que apoyos contará para su aprobación en el Congreso.

En todo caso, el gobierno no acaba de poner sobre la mesa un recorte masivo del gasto público y otras reformas como la del sector energético que abarate costes e introduzca flexibilidad y competitividad en muchos sectores. Hay que gastar menos, pero hay que pensar en generar actividad y empleo. Ya sabemos que algunas comunidades autónomas presididas por socialistas se han decidido por subir los impuestos a lo que ellos llaman ricos. Algunas ideas como la subida de la presión fiscal para las plusvalías o la posibilidad de una amnistía fiscal para el dinero negro siguen ahí y ya han provocado una marcha de capital que podría rondar los 40.000 millones de euros. Son asuntos que no deberían estar abiertos y menos para que jueguen como anestesia de Zapatero a su parroquia.

En fin, que la bolsa ha mejorado algo su pesimismo, aunque yo no echaría las campanas al vuelo. Hay todavía muchos asuntos abiertos. El principal, la nula confianza que genera el presidente del Gobierno dentro y fuera de España.

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