MADRID 9 Sep. (OTR/PRESS) -
El diario El Mundo, con la firma de su corresponsal en Washington, ha proporcionado hoy a sus lectores un interesante trabajo sobre consecuencias "psicológicas" de la crisis, que responde a la pregunta ¿Cómo afectan las crisis económicas a la sociedad? Es una pregunta pertinente justo en un momento en el que los universitarios empiezan a estudiar y a prepararse para un futuro negro. Porque las crisis financieras van seguidas de recuperaciones muy lentas, como revelan Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart en su excelente trabajo, titulado "Este tiempo es distinto", en el que analizan nada menos que 800 años de cataclismos financieros.
Lo cierto es que hay una serie de estudios que revelan que las crisis económicas son malas para la sociedad. Peores incluso que las 'burbujas' especulativas. Las crisis hacen a la gente más cínica, más individualista y con una mayor tendencia a ser lo que los anglosajones llaman 'free riders', y que en español de toda la vida podríamos calificar como "aprovechados". O sea, que hacen que queramos sistemas redistributivos, pero no que confiemos en el Estado ni en instituciones privadas. Y que consideremos que la clase social es más determinantes que el esfuerzo personal a la hora de alcanzar el éxito en la vida.
Ésas son las conclusiones del estudio titulado "Creciendo en recesión. Creencias y Macroeconomía", de Paola Giuliano y Antonio Splimbergo, para el centro de estudios alemán Institute for the Study of Labour. Así, los jóvenes que se incorporan al mercado laboral durante una crisis vivirán en una recesión particular durante, al menos, un tercio de su vida laboral, según este estudio de la Universidad de Yale. Así como suena. Porque quien empiece a trabajar en un momento de crisis, tendrá durante 15 ó 20 años, un salario inferior al que le correspondería si lo hubiera hecho en una fase expansiva. Las recesiones, así pues, a nivel personal, psicológico y moral son más duras que a nivel macroeconómico.