Actualizado 23/09/2010 14:00

José Cavero.- Desconfianza sobre las gestiones e ZP en Nueva York

MADRID 23 Sep. (OTR/PRESS) -

Los dos días de estancia de Rodríguez Zapatero en Nueva York han tenido muy distintos escenarios, -la ONU, la conversación con el Rey de Marruecos, los líderes de Wall Street, el Wall Street Journal y la Universidad de Columbia-, pero predominó un decido propósito: ha querido dejar claro que España se está esforzando por superar los efectos de la crisis y que quiere volver a contar como antes de esos tres años difíciles, incluso muy difíciles... Otra cosa es que su tarea haya resultado fácil y haya tenido éxíto inmediato,. Basta con leer algunos titulares sobre esas actividades: Zapatero intenta vender España; Zapatero exhibe su determinación de proseguir el ajuste, Zapatero busca dar confianza a los inversores USA, Zapatero vende solvencia en EEU; Zapatero no convence a los grandes inversores, Zapatero decepciona por su discurso inconcreto y diplomático...

La intensa jornada de Zapatero empezó este martes ante los ejecutivos de los principales bancos de negocios y fondos de inversión de EE UU, responsables de los agresivos ataques contra la deuda española durante la primavera pasada, y concluyó con una reunión con Paul Volcker, asesor de Obama, y un encuentro con aquel consejo editorial de Wall Street Journal, uno de los diarios más críticos con su gestión. Allí, como en sus citas anteriores, defendió con rotundidad la situación de la economía española y el paquete de austeridad impulsado por su Gobierno, además de dar por concluida la crisis de la deuda en toda la UE. "Creo que la crisis de deuda que afectaba a España, y a la eurozona en general, ha pasado", afirmó. En su resumen del encuentro, el periódico destaca la apuesta del Gobierno español por sacar adelante una "ambiciosa" reforma laboral con la oposición de los sindicatos y apunta al elevado coste político que estas medidas pueden tener para Zapatero.

Zapatero ha defendido una vez más las medidas de austeridad y las reformas puestas en marcha por su Gobierno. También ha señalado que no espera que el PIB se contraiga en los próximos trimestres. Sobre los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, explica la intención de recortar entre 15 y 16 % las partidas de cada ministerio y señala que las negociaciones para sacar adelante los Presupuestos están muy avanzadas. Además, destaca que la publicación de los test de resistencia a los bancos ha sido uno de los factores que ha permitido recuperar la confianza de los mercados.

Por otra parte, el jefe del Ejecutivo ha vuelto a apostar por una mayor convergencia en la UE para ganar competitividad. El presidente aseguró además que la economía no registrará un crecimiento negativo en los próximos trimestres y reconoce que una de las lecciones extraídas de las turbulencias financieras registradas en la UE durante los últimos meses es que una política monetaria única no es suficiente para el conjunto de la eurozona, por lo que cree que los países europeos deben aumentar el trabajo en equipo y con los mercados para evitar una repetición de lo ocurrido. Poco antes, Zapatero acudió a la Universidad de Columbia, donde tuvo que contestar a un alumno que le reprochó la contradicción que supone haber subido los impuestos tras declarar en su día que lo progresista era bajarlos. "El debate sobre la imposición fiscal no tiene color ideológico. Lo veo como un instrumento para un fin. Subir la presión fiscal puede ser útil y progresista y bajarla también. No tengo una visión dogmática. Si algo enseña la crisis es que las posiciones fundamentalistas normalmente conducen al fracaso", dijo. En este foro universitario, de larga tradición progresista, Zapatero defendió, como lo había hecho el lunes en Naciones Unidas, la imposición de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales para sufragar la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que prevén erradicar la pobreza extrema y el hambre en 2015.El presidente de Gobierno sostuvo que ni los fondos de ayuda al desarrollo aportados por los presupuestos públicos ni la solidaridad de la sociedad civil son suficientes para acabar con la miseria en el mundo, por lo que abogó por "un mecanismo estable, sólido y duradero" basado en una "aportación mínima" que no distorsionaría el flujo de estas transacciones. Además, horas después de reunirse con los más conocidos tiburones financieros de Wall Street, el presidente culpó de la actual crisis económica a la política de desregulación financiera y la ilusión de que los mercados podían funcionar por sí mismos, sin ningún tipo de control. "Hemos aprendido que los mercados pueden ser ciegos a los desequilibrios, que los pueden generar y alimentar indefinidamente, que abandonados a su suerte, por incomparecencia o insuficiente presencia del poder público democrático, pueden representar seria amenaza para los intereses generales", afirmó el presidente, que criticó la "lógica individual de la maximización incontenible de los beneficios". Zapatero fue aplaudido por unos 300 estudiantes en la biblioteca de la universidad, donde fue presentado por los profesores Jeffrey Sachs y el Nobel de economía, Joseph Stiglitz.

De manera que Rodríguez Zapatero da por acabada la crisis de la deuda española y de la zona euro. El presidente del Gobierno, de gira por Wall Street, también considera que España ha recuperado la confianza de los mercados. Estos son algunos de los mensajes trasladados por el presidente a los miembros del consejo editorial del 'Wall Street Journal', el poderoso e influyente rotativo, considerado la 'Biblia' del sector financiero de EEUU. Tras la entrevista con Wall Street Journal, Zapatero se reunió también en Nueva York con Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal y asesor especial del presidente estadounidense, Barack Obama. En este encuentro ambos repasaron la situación económica que atraviesa Estados Unidos, las reformas puestas en marcha por la administración Obama y las expectativas de recuperación. Volcker le explicó además el debate que mantienen republicanos y demócratas en torno a la pertinencia de una subida o bajada de impuestos. Con esta entrevista, Zapatero daba por terminada su visita en Nueva York. El presidente había ofrecido horas antes una conferencia en la universidad de Columbia, en la que defendió que las posiciones fundamentalistas conducen al fracaso, cuando fue preguntado si es de izquierdas subir los impuestos.

En Moncloa se asegura que ha hecho bien sus deberes y ha "·vendido" España y sus buenas perspectivas. Ojalá...

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