Actualizado 22/09/2010 14:00

José Cavero.- La fijación de los servicios mínimos

MADRID, 22 Sep. (OTR/PRESS) -

Comienza una negociación crucial para el desarrollo de la huelga general del próximo día 29: la que debe concluir en la fijación de os servicios mínimos que estarán vigentes en esa fecha. Es decir, los servicios que garanticen a cualquier persona que quiera seguir cumpliendo sus deberes laborales, pueda hacerlo sin dificultades mayores. ¿Dónde puede y suele cosecharse el éxito de una convocatoria de huelga general? En los transportes públicos. Sin tales transportes se reducen a lo mínimo, o se boicotean sistemáticamente, será muy fácil garantizar el éxito de la convocatoria de huelga. Pues bien, las centrales convocantes de la huelga ya han planteado sus pretensiones, y ahora corresponde al Gobierno, en particular al ministerio de Fomento, negociar y determinar los porcentajes de funcionamiento de tales servicios mínimos. De entrada, CCOO y UGT, y a modo de ejemplo, en su propuesta de servicios mínimos de transporte para la huelga general, no contemplan la salida de ningún vuelo internacional y ningún tren que no sea cercanías. Alegan que tal propuesta se basa en la que ya presentaron en su día para la última huelga general celebrada en España, la de junio de 2002, al entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos. Los servicios mínimos entonces propuestos enfrentaron a los sindicatos con el Gobierno Aznar pero la propuesta recibió el visto bueno de los tribunales años después. Los sindicatos consideran que su planteamiento es un buen punto de partida para alcanzar un acuerdo. La propuesta de mínimos de CCOO y UGT se ha realizado de manera intermodal, teniendo en cuenta el conjunto de los medios de transporte existentes, para evitar duplicidades y con el objetivo último de garantizar tanto el derecho de huelga de los trabajadores como el derecho a la movilidad de los ciudadanos. Los responsables de Fomento deberán ahora analizar la propuesta de los sindicatos y cuando tengan una decisión tomada convocarán a los representantes de los trabajadores para llegar a un acuerdo. Los sindicatos proponen mantener los vuelos nacionales península-islas y península-Melilla en la siguiente cuantía: un vuelo por trayecto ida y vuelta de los servicios regulares programados para el día de la huelga. En cuanto a los trenes, proponen que sólo circulen los de Cercanías y en la siguiente cuantía: desde las 6.00 hasta las 9.00 horas circulará un tren cada 30 minutos, cuando la cadencia horaria sea inferior a ese tiempo, que vendrá a representar el 25%, mas o menos, del servicio ordinario. Desde las 18.00 hasta las 21.00 circulará un tren cada hora, en cada relación (Líneas) y sentido de las ciudades con servicio de Cercanías. Sobre el servicio de transporte por carretera, en las líneas dependientes de la Administración Central y que coinciden con otros modos de transporte, CCOO y UGT proponen no prestar ningún servicio.

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, se mostró convencida de que el día de la huelga general el Gobierno "hará lo que tiene que hacer, que es garantizar los servicios mínimos y por supuesto garantizar que todos los servicios del transporte no se vean interrumpidos". Pajín recordó que es el ministro de Fomento, José Blanco, quien está "siguiendo muy de cerca esas negociaciones" y aseguró ver "voluntad de acordar" los servicios mínimos tanto por parte del Gobierno como de los sindicatos. "Estoy convencida de que llegarán a un acuerdo", dijo. Fijar los servicios mínimos de la huelga general resultará más complejo de lo esperado. La propuesta sindical presentada en el Ministerio de Fomento ha trastocado el buen clima inicial al que aludían Gobierno y sindicatos antes de arrancar el proceso. El Ejecutivo ha citado hoy a las organizaciones convocantes, UGT y Comisiones Obreras, para intentar pactar unas directrices en transporte ferroviario, aéreo, marítimo y por carretera. Fomento hará una contrapropuesta a los sindicatos, pues considera inasumible el planteamiento trasladado ayer. La consigna promovida por el Gobierno y el PSOE de manifestar respeto hacia los sindicatos en la convocatoria de huelga había creado la expectativa de que Fomento no pondría trabas a unos servicios mínimos razonables. La propia Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE, enfatizó ayer, horas después de conocerse la oferta sindical, la "voluntad de acordar". Pero la lectura de la letra pequeña cambió las tornas. Porque copiar literalmente el plan de mínimos de los ferrocarriles de 2002 implica excluir, por ejemplo, cualquier servicio de AVE. El Ministerio de Fomento aboga por compatibilizar el derecho de huelga con el derecho a desplazarse. Por ese motivo, la propuesta que presentará esta tarde "garantizará que en todos los medios de transporte [aéreo, ferroviario y por carretera] y en todos los servicios [AVE, larga distancia, cercanías...] haya algún tipo de servicio mínimo", asegura un alto cargo de este departamento. Con esas premisas, el escenario se asemeja cada vez más al de los días previos a la huelga de junio de 2002, cuando el fracaso en las negociaciones entre el Ejecutivo de José María Aznar y los sindicatos culminó en una orden ministerial de mínimos por falta de acuerdo. Ahora, como entonces, el transporte aéreo se perfila como uno de los principales escollos. Cascos aceptó, en cambio, la ausencia de servicios mínimos en el AVE (entonces solo existía la línea Madrid-Sevilla) y en ferrocarriles de larga distancia, un precedente del que los sindicatos se hacen eco ahora. Al depositar ayer su propuesta en el Ministerio de Fomento, tanto el representante de UGT, José Javier Cubillo, como el de Comisiones Obreras, Antonio del Campo, se mostraron confiados en cerrar un acuerdo esta semana. A la vista del abismo que separa las dos posturas iniciales, no es probable que ese eventual pacto se alcance hoy. En todo caso, el Gobierno tiene la potestad de decretar los servicios mínimos. La batalla por los servicios mínimos suele acabar en los tribunales. Y estos nunca dan la razón completa a una parte ni se la quitan del todo a la contraria. Porque los recursos por servicios mínimos siempre aluden a aspectos parciales de los textos que los fijan. Y así se da la paradoja de que una misma orden, como fue la que reguló el transporte en la última huelga general de 2002, fuera avalada por el Tribunal Supremo en algunos aspectos y rechazada en otros.

El debate, discusión y negociación sólo acaba de empezar... Pero todos saben que en esta fase de juega el éxito de la huelga.