Actualizado 13/07/2010 14:00

José Cavero.- Hay cosas que no tienen por que estar en el Estatuto.

MADRID, 13 Jul. (OTR/PRESS) -

Desde el primer momento en el que se conoció el fallo del Tribunal Constitucional y la sentencia que determinaba una serie de recortes para el texto aprobado por el Parlament de Cataluña, las Cortes generales y ratificado en referéndum por el pueblo catalán, el presidente de la Generalitat, José Montilla, ha reclamado al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que recuperara para otra clase de leyes algunos de los elementos tachados por los magistrados del TC. Inmediatamente, el portavoz del PP, Esteban González Pons, negó que eso fuera posible: si no tenía lugar en el Estatut, no podía tener lugar en otra clase de leyes o normas de menor nivel. Pues bien, hoy hace declaraciones al diario El Mundo el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, notable jurista, y a quien se atribuyeron no pocos trabajos de los que permitieron que el Estatut aprobara el "cepillado" que anunció Alfonso Guerra en la Comisión Constitucional del Congreso. Pues bien, Caamaño sostiene que "hay cosas que no se pueden decir en el Estatuto, pero sí en otra clase de leyes", que es lo que en las últimas horas vienen reclamando el PSC y el tripartito catalán al Gobierno del Estado. Caamaño hace otras manifestaciones no menos notables, como que la sentencia del TC fortalece la unidad de España en la diversidad, o que comprende la posición de la Generalitat pero no la comparte. "Voy a acatar y respetar lo que ha dicho el TC", dice también el ministro de Justicia, que aprovecha para lamentar que algunos radicales intentaran perturbar la manifestación, el sábado, en Barcelona.

Caamaño empieza sus declaraciones hablando de la sentencia en términos globales: Lo importante es el fallo, según el cual, sólo hay un artículo inconstitucional, el 97, y se cuestiona algún adjetivo en otros trece artículos. "La referencia a la nación y a la nacionalidad, a la lengua y a otras muchas cuestiones son constitucionales, porque el adjetivo preferente no tiene consecuencia jurídica alguna, y el catalán sigue siendo la lengua propia y de uso normal en Cataluña, y lo mismo ocurre con la financiación o la bilateralidad". Para Caamaño no hay duda de que la sentencia aumenta el nivel de autogobierno de Cataluña de manera inequívoca, y que los fundamentos del Estatut, que han servido de base a otros estatutos, han quedado plenamente convalidados. En cuanto a los votos particulares de cuatro magistrados del TC, dice Caamaño que se deben explicar en el contexto de un debate político prolongado durante cuatro años, porque la mayoría de las cosas que dice el TC ya se encontraban en pronunciamientos anteriores. Niega Caamaño que se lesione la igualdad de todos los españoles. "En nuestra Constitución, la igualdad no es uniformidad". Según Caamaño, lo que dice el TC sobre nación y nacionalidad se ajusta plenamente a la Constitución del 78, y estoy convencido de que la sentencia fortalece la unidad de España en la diversidad porque confirma en lo sustancial el Estatuto y nos dice que la España real es la de la Constitución, y no la que dibuja una parte de la derecha del PP, que confunde la igualdad con la uniformidad.

Acerca de esa eventual "sustitución de fórmulas para burlar el sentido de la sentencia", dice Caamaño que no se trata de buscar subterfugios, sino de ver un posible acomodo a través del instrumento normativo adecuado. "Hay cosas que pueden ser inconstitucionales porque no se pueden decir en un Estatuto, pero sí en otra clase de leyes"... También hay referencias en esta conversación con el Caso Ripoll. Dice el ministro que no para todo acto de investigación y esclarecimiento de delitos es necesaria la autorización judicial. Los fiscales y la policía tienen un margen de actuación. La policía puede hacer detenciones a los efectos de tomar declaración. Sobre el Caso Bono, sostiene Caamaño que el presidente del Congreso ha dado pruebas de hacer un ejercicio cabal y responsable de sus obligaciones. Considera muy grave que un responsable público -el presidente murciano- diga que no cumple una ley (la del aborto), y se felicita de que ya haya rectificado. Y recuerda el mal resultado que tuvo el recurso previo de inconstitucionalidad. Sobre la renovación del TC, confía el ministro que no se alargue mucho. Y del debate sobre el Estado de la Nación, dice Caamaño que al presidente lo ve y lo siente fuerte, implicado en los grandes problemas económicos del país, con valor para abordar tener difíciles. Los ciudadanos valorarán positivamente sus explicaciones, llenas de razones y de convicción, confía el ministro...

Leer más acerca de: