MADRID 9 Jun. (OTR/PRESS) -
Mientras algunas voces, sobre todo opositoras, reclaman la inmediata dimisión y relevo al frente del Gobierno, y argumentan que ha pasado ser parte del problema, otros entienden que tiene por delante casi dos años, como jefe de Gobierno, y que en este tiempo pueden aún modificarse muchas cosas... Por ejemplo, para el ex presidente socialista de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina ha llegado el momento de que a su partido lleguen los cambios y se produzca un relevo de todos aquellos que se erigieron, allá por el año 2000, en "inventores del nuevo socialismo". Se refiere así Leguina a la corriente Nueva Vía que aupó a José Luis Rodríguez Zapatero hasta el sillón de Pablo Iglesias en el 35 Congreso Federal del PSOE, en el que el hoy presidente del Gobierno venció a su oponente, José Bono, por solo nueve votos de diferencia. En opinión de Leguina, es hora de que "se vayan tranquilamente a sus casas y dejen a los demás la tarea de recomponer el partido sobre bases ideológicas menos originales, pero más firmes y con gentes de más mérito y fuste que las actuales". Una reflexión que el político madrileño ha visto publicada en el semanario El Siglo y que concluye con una llamada a sus compañeros de partido para que tengan más "tino" a la hora de elegir un líder "pues, decididamente, la elección del año 2000 no fue buena".
Las críticas de Leguina hacia su jefe de filas no son algo nuevo, ni constituyen un punto de inflexión en su trayectoria, siempre crítica, con respecto al actual líder del PSOE. Leguina nunca ha ocultado su animadversión hacia Zapatero, de quien ha criticado abiertamente sus "ocurrencias" o ha reconocido, simple y llanamente, que no es "santo de su devoción". Una actitud distante que recoge, sin embargo, el sentir de una buena parte de los socialistas más veteranos, los únicos que abiertamente critican la deriva del partido en general. Son quienes ya están retirados de la primera línea de la política los que menos complacientes se muestran con Rodríguez Zapatero. Leguina sostiene en su artículo que ha llegado el momento de renegar de esa "imprudencia impuesta" que se llama silencio y que ha acabado con toda autocrítica y capacidad de debate en los órganos internos del PSOE.
Estas críticas de la vieja guardia del PSOE son, de momento, un clamor en el desierto del socialismo, pues nadie en el partido ha osado criticar aún públicamente al presidente del Gobierno. Solo los barones territoriales, que se juegan sus feudos en las próximas elecciones autonómicas, se han permitido mostrar algunas reticencias hacia las últimas decisiones del Ejecutivo. El último en hacerlo, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, reconoció en Onda Cero que habría que analizar si "algunos miembros del Gobierno" tienen credibilidad en el exterior y, si la respuesta es no, será necesario poner al frente de algunas de las instituciones a gente "que se la crea". El presidente extremeño aseguró, sin embargo, que invitará a Rodríguez Zapatero a que participe con él en la campaña electoral de las próximas elecciones autonómicas y ha añadido que, de no hacerlo, estaría trasladando a la gente que el PSOE ha dejado de ser un partido serio.
En cambio, radicalmente distinta es la opinión de Miguel Angel Revilla, presidente de Cantabria, tras su muy reciente encuentro con Zapatero. Ha dicho Revilla de Zapatero: "No va a tirar la toalla. Que nadie piense que va a dimitir. Éste no dimite. Hasta dentro de dos años estará gobernando", ha avisado el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien ha explicado que Rodríguez Zapatero le dijo ayer, porque se lo preguntó, que no dimitirá. El presidente cántabro ha desvelado que Rodríguez Zapatero no va a abandonar el cargo, para argumentar que la obra del AVE sólo puede reanudarla el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que el PP no podrá ejecutarla hasta dentro de dos años, "en el mejor de los casos" y en la "hipótesis" de que Mariano Rajoy gana las elecciones, como "apuestan" las encuestas. Revilla subrayó que, como presidente de Cantabria, no puede "estar parado dos años" y las obras del AVE tampoco. "Si Rajoy viene y todavía lo quiere mejorar y acelerar, ahí estaré yo, firmando con él, pero hay dos años en los que esta obra depende de Rodríguez Zapatero", añadió Revilla, quien ha dicho que su obligación es estar "todo el día encima".
Unos a favor, otros en contra, unos críticos radicales y otros críticos moderados...