Actualizado 02/12/2010 13:00

José Cavero.- Primeros pasos de Mas.

MADRID 2 Dic. (OTR/PRESS) -

Después de una victoria electoral, llega el momento de plantearse las prioridades de acción, y cómo cumplir los compromisos adoptados con el electorado. Y en ese empieza a estar ya Astur Mas, aunque aún no tenga fecha para tomar posesión. De momento, agradece las felicitaciones y pulsa las intenciones de sus compañeros de lucha política, los competidores que han de acompañarle en el Parlamento. Ha comenzado a verse con los jefes de los grupos empezando por Joaquim Nadal, que será presidente del grupo parlamentario del Partit dels Socialistes (PSC), en el primer encuentro de los que Mas mantendrá con todos los grupos para tantear los posibles pactos para garantizar su investidura. Nadal se comprometió a llegar a acuerdos con Mas en los temas que más afecten a los catalanes. Anunció Nadal que el PSC "hará una oposición exigente, dura, y rigurosa, pero al mismo tiempo constructiva". "Hay temas de país en los que podemos llegar a trabajar de forma conjunta. No seremos a CiU lo que el PP es al PSOE". Mas se reunirá este miércoles con los del PP, Alicia Sánchez-Camacho, e Iniciativa, Joan Herrera, los grupos tercero y cuarto del Parlamento renovado. ¿Facilitarán los socialistas la investidura de Mas? Está por ver, pero no se descartan dos posibilidades: que se produzca un gesto amable, o que se negocie un apoyo de CiU a los presupuestos en su paso por el Senado.

Por la mañana, Miquel Iceta, portavoz del partido, recordó que "lo normal" es votar en contra. Sin embargo, la puerta está abierta a la abstención: con el PSC buscando su rumbo y la grave crisis económica, nada es descartable. Aparte de las reuniones partido a partido de Mas, su investidura la negociará un equipo de CiU integrado por el secretario general adjunto de Convergencia, Felip Puig, y el secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí. El líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, participará en las reuniones cuando el partido lo crea conveniente. La decisión de incluir a Duran, portavoz de CiU en Madrid, refuerza su papel y alimenta su posible retorno a Cataluña como consejero de Mas. El PSC también ha decidido el tándem que se encargará de hablar con el resto de grupos parlamentarios: serán Nadal e Iceta. La coalición nacionalista quiere dar imagen de seriedad y acelerar al máximo todos los plazos para que la investidura de Mas se produzca antes de Navidad o, a mucho tardar, de Nochevieja. Aunque Convergencia i Unió ganó holgadamente las elecciones del domingo, la falta de una mayoría absoluta le obliga a buscar apoyos, o al menos abstenciones de otros grupos del Parlamento, para investir presidente a Artur Mas. El problema es que los dos grandes partidos que pueden allanarle el camino, PSC y PP, están en contra del principal argumento electoral de Artur Mas: la demanda del concierto económico para Cataluña.

Ante esta situación, la federación nacionalista ha matizado la idea que tiene de concierto económico, dejando claro que no va a pedir la equiparación con el País Vasco o Navarra, cuya aportación a la solidaridad es casi nula. Ya ha admitido el número dos de CIU, Felip Puig que "el concierto económico para toda España es inviable". Según este dirigente nacionalista, a lo que debe aspirar Cataluña es a un sistema fiscal "asumible, lógico y justo como el alemán", caracterizado porque cada región o länd recauda sus impuestos pero aporta a la caja común una parte en concepto de solidaridad. "El concierto económico vasco, si alguien algún día quiere hablar de él, no sólo no tiene retorno a España sino que buena parte de los servicios prestados por el Estado en el País Vasco no se pagan, y por lo tanto tienen rentas superiores a su esfuerzo fiscal", dijo Puig.

Sin embargo, fuentes de CiU insisten en que no puede hablarse de marcha atrás, y recuerdan que Mas ha hablado de concierto económico y de "pacto fiscal" dejando claro siempre que Cataluña seguirá aportando a la solidaridad con las comunidades menos favorecidas. El jefe de campaña de CiU y mano derecha de Artur Mas, David Madí, insistió este martes en que Convergencia quiere negociar el concierto con el Gobierno que salga de las urnas generales en 2012, es decir, PSOE o PP. Hasta entonces la prioridad es otra. De hecho, fue significativo que Mas no se refiriera al concierto en su primer discurso tras la victoria del domingo, la noche electoral. Mas se centró en un mensaje mucho menos concreto de "levantar Cataluña" tras la suerte de maldición que, desde el punto de vista nacionalista, han supuesto siete años de tripartito. El equipo de Mas Esquerra Republicana, partido que también podría aportar sus diez escaños para hacer Artur Mas presidente en primera vuelta, considera escasa esa pretensión convergente. En todo caso, CiU no desea que el concierto económico centre las conversaciones para buscar apoyos, y entiende que le será más fácil encontrarlos si se concentra en el mensaje de que lo importante es sacar Cataluña de la crisis económica. Aquí puede encontrar apoyos tanto del Partit dels Socialistes como del Partido Popular. De momento, la posición del PSC es la de no apoyar la investidura de Mas, pero está abierta la puerta a la abstención...

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