Actualizado 28/05/2012 14:00

José Luis Gómez.- A vueltas con España.- Bankia, un problema de Estado.

MADRID 28 May. (OTR/PRESS) -

Accionistas de Facebook demandaron a la compañía y a los bancos colocadores por entender que éstos escondieron información clave sobre las previsiones de un crecimiento débil de dicha red social antes de la salida a Bolsa. Vamos, una minucia al lado de los argumentos que pueden manejar los accionistas de Bankia en una eventual demanda, tras reconocer la entidad que su estado patrimonial no era el reflejado en sus propios libros.

Los afectados por la colocación de Bankia son más de 400.000, que desembolsaron 3.092 millones de euros. Muchos de ellos forman parte, a su vez, de su clientela, titular de diez millones de cuentas. Los accionistas están pendientes ahora de si hay investigación parlamentaria pero también de posibles querellas por estafa y apropiación indebida, ya que si no vuelven a poner dinero en la ampliación de capital se quedarán casi sin participación, tras haber perdido ya la mitad de lo que invirtieron, creyéndose las cuentas de Bankia.

Hay datos que dan escalofríos: hace tres meses, el banco de Rodrigo Rato decía que había obtenido 305 millones de beneficios en 2011, cuando en realidad había registrado pérdidas de 2.979 millones, una de las razones por las que ahora pide al Gobierno de su amigo Rajoy 19.000 millones de euros que habrá que sumar a los 4.465 millones ya inyectados a esta entidad resultante de la fusión de siete cajas, entre ellas Cajamadrid y Bancaja.

Detrás del escándalo de Bankia, ya convertido en todo un problema de Estado, sin precedentes en la historia financiera de España, puede haber responsabilidades administrativas y penales, pero también las tiene que haber políticas. Salvo que España haya renunciado a las formas propias de una democracia y de un Estado de derecho.

No es de extrañar que la niña que explica "por qué los bancos se enriquecen y nosotros no" sea un fenómeno en YouTube.

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