Pedro Calvo Hernando.- Rajoy no puede con los suyos

MADRID 1 Abr. (OTR/PRESS) -

Mariano Rajoy, en el famoso programa de TVE, ha hecho un esfuerzo por aparecer como un líder votable y potable, pero lo malo es que muchos de sus presuntos colaboradores se esfuerzan por todo lo contrario. Un buen ejemplo ha sido el de sus palabras tranquilizadoras y sensatas en torno al gran tema de la intervención estatal de la Caja de Castilla-La Mancha, al revés que su portavoz económico, Cristóbal Montoro, que horas antes y horas después ha difundido un mensaje catastrofista y de ave de mal agüero, en línea con otros comportamientos de gentes del PP que tanto han contribuido al agravamiento del problema, como había sido la retirada de varios de sus consejeros del órgano de control de la Caja. Este señor vaticina la llegada de otros muchos casos parecidos, lo que sin duda contribuye a que al final tal cosa suceda. Y en cuanto al clima que jalean en los días previos a la gran semana internacional contra la crisis, dejan meridianamente claro que lo que de verdad desean es el hundimiento de la economía española pensando que eso les favorecería electoralmente.

Rajoy sigue apareciendo muy solo en su actitud relativamente moderada ante los problemas de España y rodeado de dirigentes que no le ayudan nada en su loable empeño. Pero también se equivoca gravemente, como eso de salvar a Federico Trillo, después de haber pedido perdón (Rajoy) por los errores del Yak-42.

Digo todo reconociendo sinceramente que el programa televisivo es durísimo y que la mayoría de los participantes le interrogaban sin el menor miramiento. Tampoco ahí pudo vencer a Zapatero, que dos meses antes había salido mucho más airoso en el mismo programa. En cualquier caso, no me importa reconocer eso de los esfuerzos del líder del PP por aparecer como un dirigente moderado, impresión que le aleja ostensiblemente de toda la plana mayor y menor de su propio partido, lo que le hace caer en picado en una situación endiablada e imposible. Ahora yo creo que acertaría si se colocase claramente al lado del Gobierno en la lucha contra la crisis, aparcando espurios intereses electorales.