MADRID, 2 Feb. (Portaltic) -
La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) puso en órbita de manera satisfactoria un nuevo satélite de observación terrestre diseñado para conseguir mapas de alta resolución que den cuenta de la cantidad de humedad existente en el suelo. El objetivo es mejorar las predicciones climáticas. Para ello, el satélite cuenta con un radiómetro y un radar para realizar mediciones muy precisas de hielo y agua.
Un cohete Delta 2 fue el encargado de lanzar el satélite Soil Moisture Active Passive (SMAP) desde la Base Aérea Vandenberg (California) aunque pasará tiempo para que los se sepa si el SMAP se separa sin problemas del Delta 2 y puede desplegar sus paneles solares para comenzar a generar energía.
Los nuevos mapas de alta resolución que enviará este satélite a los meteorólogos y científicos servirán para prepararse para severas sequías y tormentas más frecuentes y darán a los expertos excelentes herramientas para predecir cómo los cultivos y los bosques cambiarán con el calentamiento global. Una vez que el satélite alcance los 690 kilómetros sobre la superficie terrestre los ingenieros revisarán durante dos semanas los instrumentos de medición de humedad.
SMAP es una misión que ha tenido un presupuesto de 916 millones de dólares (811 millones de euros) y durará un mínimo de 36 meses. Forma parte de un programa de proyectos científicos para comprender mejor el cambio climático y el aumento del nivel del mar. La humedad del suelo juega un papel importante en la predicción del tiempo y en el conocimiento de los ciclos del agua y la dinámica del cambio climático. Además del satélite, el cohete ha puesto en órbita tres nanosatélites de investigaciones para JPL, la Universidad estatal de Montana y la Universidad Estatal Politécnica de California en los que más de 100 estudiantes universitarios participaron en el diseño.

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