MADRID, 27 Sep. (Portaltic/EP) -
Mientras los avances tecnológicos buscan dar cada vez más realismo a la imagen mediante la alta definición y el 3D, los maquilladores y estilistas ya no saben que hacer para quitárselo y lograr esconder arrugas e imperfecciones de los actores.
En el cine las imágenes cada vez se acercan más a la realidad gracias a las nuevas tecnologías y eso está obligando a maquilladores y peluqueros a ser más precisos y meticulosos, no ya sólo para ocultar la edad de las estrellas, por ejemplo, si no también para dar mayor credibilidad a heridas, sangre, etc.
Y es que con el 3D los poros de la piel y el cabello son más visibles, y los trucos del 2D tales como aumentar o disminuir ciertos colores para disimular algunas características resultan demasiado obvios en el 3D. Las pelucas, por su parte, también plantean problemas. Mientras que éstas pasaban inadvertidas hasta ahora, el 3D las descubre a los ojos de los espectadores, según recoge 'Portaltic' de 'Variety'.
A la mayor dosis de realidad hay que añadir también que cuando se trata de 3D se está hablando de dos películas, una para cada ojo, por lo que una diferencia entre ambas, por mínima que sea, puede causar confusión.
Sin embargo, la adaptación al 3D no es sólo responsabilidad de los estilistas, es más, en opinión del experto del Centro de Tecnología 3D de Sony, Buzz Hays, directores, cineastas y demás profesionales involucrados en el rodaje de una película tienen que coordinar sus esfuerzos para lograr el efecto deseado en una película.
Al mismo tiempo, Hays recomienda que, si lo que se quiere es saber cómo se verá alguien en el resultado final en 3D, lo mejor es pensar en cómo se ve en la realidad.
