Salud reordenará sus recursos en el tratamiento del dolor y trabajará con universidades para que se incluya como materia

Europa Press Andalucía
Actualizado: viernes, 9 abril 2010 15:59

SEVILLA 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Salud, María Jesús Montero, presentó hoy el Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor 2010-2013, una medida que, aunque incluirá una inversión de 1,8 millones de euros, tendrá como principal objetivo "reordenar y reorientar los recursos ya existentes" en atención primaria y especializada, al objeto de que los pacientes "no tengan que peregrinar por el sistema" para tratarse de un proceso doloroso.

En rueda de prensa, Montero justificó esta nueva medida tras argumentar que el dolor representa hoy por hoy "una enfermedad en sí misma y no sólo un síntoma de otra patología", motivo por el que también avanzó que comenzará a trabajar con las universidades andaluzas, al objeto de que incluyan el dolor "como una materia curricular dentro de sus planes de estudio".

De hecho, se mostró a favor de las nuevas corrientes que vienen apuntando en los últimos años a la necesidad de que el dolor "se trate como el quinto signo vital a medir", tal y como defendió recientemente a Europa Press el presidente del XXX Congreso de la Sociedad Andaluza de Geriatría y Gerontología, Antonio Moreno, quien abogó por que en las consulta médica se extienda las preguntas relativas a si padece dolor y en qué intensidad, "de la misma forma que a todo enfermo se le toma el pulso, la presión arterial, se le mide la temperatura y se le comprueba si respira de forma adecuada".

En cuanto a cómo se vertebrará este nuevo plan, desgranó que el mismo contemplará tres grandes áreas de actuación. Así, en la primera área de actuación se trabajará en los servicios de atención primaria "al representar el primer escalón sanitario" y la puerta de entrada al sistema sanitario de los usuarios.

Montero, quien resaltó que entre el 80 y el 90 por ciento de los problemas de salud "se identifican" en este primer ámbito sanitario, avanzó que habrá equipos multidisciplinares formados por profesionales de atención primaria, otorgándole a la enfermería domiciliaria de enlace un "papel destacado" en la monitorización del dolor en estos pacientes.

Para tal fin, adelantó que habrá cursos formativos específicos que, a lo largo de 2011, incluirá a profesionales del ámbito médico, de la enfermería, fisioterapeutas, rehabilitadores y de la salud mental.

Del mismo modo, anunció que aquellas personas que padezcan dolor crónico y sus familiares podrán realizar curso del tipo desde la Escuela de Pacientes, una iniciativa que gestiona la propia Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), dependiente de la Consejería del ramo.

En cuanto a la segunda gran escalón asistencial de actuación, apuntó que el mismo "se fijará en los hospitales comarcales", los cuáles incluirá en su cartera de servicios --en aquellos en los que aún no dispongan de esas herramientas-- técnicas específicas para tratar el dolor.

En concreto, se refirió al uso de los denominados bloqueos neurológicos, las infiltraciones y las bombas de infusión de fármacos analgésicos. No obstante, aclaró que estas técnicas se utilizarán "siempre y cuando el médico así lo prescriba", ya que, según advirtió, "a veces se toman fármacos contra el dolor que no nos son útiles".

"Este plan no significa necesariamente que se vaya a aumentar el consumo de medicamentos contra el dolor", puntualizó Montero, quien insistió que el espíritu del mismo es "reordenar y reorientar muchos de los recursos que ya se vienen ofreciendo".

Como tercer gran escalón asistencial de actuación de este plan, Montero apuntó a los grandes hospitales de referencia de la comunidad, los cuáles ya disponen de unidades específicas de tratamiento del dolor --en la comunidad hay 17 dispositivos del tipo--.

Este tercer nivel, al que todo paciente llegará cuando su dolor tenga suficiente entidad como para no haber podido ser atendido de forma óptima en las dos primeras fases, "atenderá fundamentalmente el dolor crónico no oncológico de difícil control y el dolor de tipo oncológico".

EL DOLOR EN CIFRAS

Según la encuesta europea del Dolor 'Pain in Europe', el 11 por ciento de la población sufre dolor crónico al menos durante nueve años de su vida. De ellos, el 22 necesita entre cinco y 10 años para alcanzar un control adecuado de este dolor.

Ademas, dicha encuesta revela que el 4 por ciento de los europeos encuestados tuvo que cambiar de trabajo a causa de su dolor, un proceso que motiva en cada paciente el que pierda hasta 16 días laborales al año.

Por su parte, la Encuesta Nacional de Salud de 2006 reveló que una de cada diez personas reconocía haber tenido que reducir sus actividades habituales por sufrir algún tipo de dolor, siendo los más frecuentes los de espalda, cuello y cintura.

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