La Consejería de Hacienda reduce desde 2008 un 43% sus gastos corrientes con su plan de austeridad

Carmen Martínez Aguayo
EP
Actualizado: domingo, 30 enero 2011 12:11

Todas las consejerías de la Junta crearán una comisión en próximas semanas para poner en común y emprender nuevas medidas de austeridad

SEVILLA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía ha logrado reducir desde 2008 su gasto corriente en un 43 por ciento a través del plan de austeridad iniciado por este departamento, con una reducción cercana a 1,5 millones de euros, según ha destacado la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, quien ha anunciado que está previsto que todas las consejerías de la Junta crearán una comisión en próximas semanas para poner en común y emprender nuevas medidas de austeridad.

En una entrevista con Europa Press, la consejera ha explicado que 2008 fue el primer año de este plan de austeridad, que incorporaba 30 medidas dirigidas, en el plazo temporal de un año, a "reducir el gasto corriente un 15 por ciento, reducir el gasto en reuniones y conferencias un 15 por ciento, reducir el gasto de telefonía fija, móvil y transmisión de datos un 20 por ciento, reducir el gasto de inversión en bienes muebles un 20 por ciento, potenciar la eficiencia energética en edificios administrativos con una disminución del consumo de energía del 15 por ciento y fomentar prácticas respetuosas con el medio ambiente".

De esta forma, la consejera ha destacado que desde 2008 "el gasto corriente se ha visto reducido un 43 por ciento en la Consejería, tanto delegaciones provinciales como servicios centrales", lo que supone un descenso "brutal", cifrado en cerca de 1,5 millones de euros.

Asimismo, ha destacado que el gasto en reuniones y conferencias "ha quedado reducido a menos de la mitad" y los gastos en reparaciones "se han dividido por 10".

Entre las medidas concretas adoptadas, la consejera ha citado elementos "aparentemente simples" como la impresión a doble cara; implantar un software de control de impresión, retirándose de forma planificada las impresoras de uso individual; fomentar la utilización del correo electrónico y escaneado de documentos como forma de trabajo y sistema de comunicación interna; controlar el uso y consumo de las fotocopiadoras mediante la utilización de claves de acceso que eviten su uso indiscriminado; o envío de informes mensuales de consumo por centro directivo.

Además se ha elaborado un manual de gestión de vehículos oficiales con objeto de racionalizar el gasto de mantenimiento y de consumo de combustible; se aboga por reducir la contratación de servicios, para su realización con medios y recursos propios de la Administración; y sustituir, con carácter general, la edición en soporte papel de las publicaciones de la Consejería por su difusión en la página Web de la Consejería, reduciendo además las tiradas de todas las publicaciones oficiales al número estrictamente necesario para su distribución.

La consejera ha apuntado que además de estas buenas prácticas, el plan de austeridad "sigue avanzando y buscando más cosas, como la mejora de la eficiencia energética y reducción de consumo".

Tras recordar que estas medidas también se están tomando en las delegaciones provinciales de Hacienda, la consejera ha destacado que "el resto de consejerías también están haciendo cosas e imitando el plan, se están apretando el cinturón, cada una con sus planteamientos y su propia lógica interna".

En ese sentido, ha anunciado que se va a generar en las próximas semanas una comisión o grupo de trabajo con los secretarios generales técnicos "para poner en común lo que ha hecho cada uno en materia de austeridad y reactualizar los planteamientos".

Así, tras recordar que el gasto corriente "no puede desaparecer y siempre tiene un suelo", la consejera pretende con este grupo de trabajo interno "abrir un espacio de trabajo con los secretarios generales técnicos para que haya puesta en común de las experiencias y efectuar aportaciones".

DOCUMENTO ABIERTO

En su plan de ahorro, puesto en marcha en 2008, y seguido en 2009 y 2010 y 2011, la Consejería apuntaba que quiere "dar un paso más y ser pionera en la adopción de medidas internas con la finalidad de fomentar, entre todos los empleados de la Consejería, nuevos hábitos de conductas que redunden en un uso eficaz, eficiente y económico de los recursos disponibles, y conseguir de esta forma un ahorro efectivo al mismo tiempo que se fomentan actuaciones que favorezcan la protección del medio ambiente".

De esta forma, este plan tiene como objetivo fundamental el "ahorro efectivo de gastos de funcionamiento mediante el uso racional de servicios, equipos y material de trabajo, así como la máxima eficiencia energética, en los servicios centrales de la Consejería de Hacienda y Administración Pública, en sus delegaciones provinciales y en sus entidades instrumentales".

Este plan se concibe como "un documento abierto, en continua actualización, que se irá completando y ampliando con las aportaciones e ideas de todas las personas que conforman la Consejería de Hacienda y Administración Pública".

De esta forma, además de las medidas antes citadas, se encuentran otras como el control de los consumos de telefonía, electricidad, se fomenta el uso de la tarjeta de doble uso (twin) en los teléfonos móviles corporativos cuyos usuarios pertenezcan al mismo operador de la Red Corporativa de Telecomunicaciones, para incorporar las líneas particulares al aparato, y facilitar así el uso exclusivo de las líneas corporativas para asuntos profesionales.

Asimismo, se limita la adquisición de nuevo inmovilizado material a los supuestos estrictamente necesarios para el funcionamiento de los servicios, se reduce la tasa de reposición del inmovilizado material y se fomenta la reutilización del mobiliario usado en buenas condiciones y que se encuentre disponible.

También el plan contempla el realizar los estudios sobre las peculiaridades de los edificios administrativos para detectar las medidas de ahorro que pueden aplicarse como reducir luminaria de áreas comunes y exteriores e instalar detectores de presencia; elaborar un 'Manual de Uso de Edificios Administrativos' en el que se establezcan las pautas a seguir por todo el personal, en cuanto a tareas cotidianas como el cierre de puertas y ventanas, uso de la climatización, encendido y apagado de luces o utilización y conservación de zonas comunes.

El plan contempla fomentar medidas sobre jornadas de trabajo que permitan, la reducción de las horas de apertura de los edificios administrativos, con el consiguiente ahorro energético; y establecer protocolos de supervisión diaria del apagado de luces de despachos y de zonas comunes por el personal de mantenimiento y de limpieza, entre otras.