SEVILLA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La consejera andaluza de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, ha subrayado este jueves que los test psicológicos que se llevan a cabo a las personas que se quieren someter a una intervención quirúrgica de cambio de sexo "son necesarios en cualquier protocolo de actuación serio que existe en el mundo, ya sea del ámbito privado como público", toda vez que ha apelado a la "complejidad de este tipo de operaciones" como motivo por el que la descentralización de la atención --actualmente solo se lleva a cabo en el Hospital Carlos Haya de (Málaga)-- "no me parece apropiado que se plantee".
Montero, que ha presentado en Sevilla nuevas iniciativas de su departamento en la lucha contra el cáncer de mama, ha replicado así a dos de las grandes reclamaciones que desde el colectivo de transexuales de Andalucía vienen ahora reclamando.
Según ha explicado la titular del ramo, "en cualquier protocolo de atención se requiere de una serie pasos que confirmen que la persona tiene una voluntad y decisión firme y bien tomada, ya que hablamos de una intervención de cambio de sexo".
"Cualquier protocolo de actuación serio que existe en el mundo para someter a una persona a una identidad distinta con la que nació, tanto en el ámbito privado como público, pasa por hacer una profunda evaluación psicológica para cerciorarse de que la decisión de la persona está bien asentada", ha reiterado Montero, quien además ha querido dejar claro que estos protocolos no solo se llevan a cabo "con este tipo de cirugía tan radical, sino en otras cirugías como los implantes mamarios".
"Sinceramente no puede entender que se pueda producir una atención sanitaria del tipo si no hay previamente una evaluación del test psicológico que determine que realmente hay un desfase entre la identidad de su cuerpo y con la que se siente", ha zanjado Montero.
De otro lado, ha apelado a la "valentía" que ha sido Andalucía introduciendo hace años de forma "pionera" este tipo de cirugía no exenta de controversia. Según ha detallado, el coste de estas intervenciones oscila entre los 4.000 y 7.000 euros por persona.
