El Teléfono de la Esperanza de Barcelona triplica los usuarios en situación límite desde 2008

Hombre hablando por un teléfono móvil
EP/REMITIDO
Actualizado: domingo, 27 marzo 2011 13:46

BARCELONA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Teléfono de la Esperanza de Barcelona ha triplicado en dos años el número de usuarios en una situación límite por el efecto de la coyuntura económica, que también ha aumentado las llamadas motivadas por problemas laborales y crisis de pareja.

De las 18.015 llamadas recibidas en 2010, el 3,9% fueron de personas en una situación desesperada o límite, frente al 1% en 2008, mientras que entre los motivos de la llamada destaca el repunte de los económicos y laborales --del 1,2% al 2,9%--, los transtornos psíquicos --del 16% al 27,6%-- y las crisis de pareja, que pasaron del 1,9% al 4,7%.

En declaraciones a Europa Press, la psicóloga y directora del Teléfono, Neus Calleja, ha señalado que las dificultades económicas aumentan la sensación de inseguridad de los ciudadanos y redoblan la angustia que pudiesen sufrir por otros motivos, lo que explica el aumento --gradual pero consistente-- de los problemas relacionales y psíquicos.

"El paro y las dificultades laborales repercuten en todos los ámbitos de la vida, incluida la pareja, la familia y la salud mental", ha argumentado, y ha destacado que el 78% de las usuarias son mujeres por su mayor necesidad de compartir los problemas para paliar la ansiedad.

El perfil del usuario es el de una mujer de 31 a 60 años (37%), soltera (38%) y que vive en la ciudad de Barcelona (40,6%), y aunque los inmigrantes apenas suponen el 1,5% del total, también han incrementado desde 2008, cuando representaban el 0,18%.

"No se juzga, sino que se escucha y acompaña de forma incondicional. Cuando las personas verbalizan las emociones, ponen en marcha una parte más racional del cerebro y se liberan de su yugo", ha explicado Calleja sobre el valor terapéutico de la escucha, por el que la Fundación Ayuda y Esperanza, que gestiona el servicio, fue reconocida con la Creu de Sant Jordi en 2009.

Al otro lado del teléfono se encuentran 200 voluntarios formados para gestionar cuestiones que van desde el maltrato a los abusos a menores, pasando por la soledad e incluso el suicidio.

Además de contener la angustia en situaciones de urgencia y ayudarles a afrontar sus dificultades, los derivan, si es necesario, a servicios asistenciales: "Es un servicio anónimo, comprometido, responsable. Que no deje de llamar quien lo necesite", ha concluido Calleja.