CASTELLÓN, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la CRUE y rector de la Universidad de Cantabria, Federico Gutiérrez-Solana, señaló hoy que "la preocupación de los rectores y de la sociedad tiene que ser que ésta sea capaz de identificar a las universidades como actores fundamentales en su modelo de desarrollo sostenible, lo que requiere un análisis de los agentes sociales y un ejercicio de planificación, ya que hablamos de ganar el futuro para todos".
Gutiérrez-Solana realizó estas declaraciones en una rueda de prensa que ofreció junto al rector de la UJI, Francisco Toledo; y al rector honorario de la UJI y director de la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria, Francisco Michavila, en la que realizaron un balance del curso de verano organizado por la Cátedra ICREA titulado 'El día después de Bolonia'.
Según explicó el presidente de la CRUE, "aunque pasamos por un momento económico complicado, y aprovechando que fomentar un incremento de inversión igual no es posible para la sociedad, lo que sí es posible es hacer una planificación adecuada para que cuando haya recursos la propia sociedad entienda que su mejor inversión es apostar por una gestión del conocimiento eficaz".
Así mismo, señaló que la Universidad "tiene ámbitos fundamentales donde tiene que trabajar como es la oferta formativa, pero tiene el convencimiento de que su capacidad tiene que estar al servicio de la sociedad para transferir el conocimiento a los ámbitos que la sociedad necesita para ser más competitiva".
Por su parte, el rector de la UJI, Francisco Toledo, indicó que "en esta sociedad del conocimiento, el papel de las universidades es mucho más importante que en todo el resto de la humanidad", y añadió que "si las universidades saben jugar su papel, en este momento, pueden tener una importancia mucho más grande de la que han tenido en la historia".
"Pero --dijo-- para que puedan jugar ese papel tenemos que adaptarnos a lo que la sociedad nos demanda, y eso supone modificar muchas cosas de nuestro entorno, ya que los estudiantes que llegarán dentro de unos años son nativos digitales, con una cultura muy diferente en sus relaciones y en su forma de aprender muy diferente, por lo que las universidades debemos evolucionar para adaptarnos a esa situación y ser unos agentes de desarrollo territorial clave".
Al respeto, apuntó que "una parte de esa evolución nos viene por el espacio europeo de educación superior, que no es una imposición de los gobiernos, sino una petición de las universidades, y otra parte viene de la propia normativa española, que permite la diferenciación de grados, y eso es muy importante, es decir, la necesidad de que las universidades nos diversifiquemos".
Respecto a la UJI, Toledo afirmó que "la internacionalización es muy importante, no sólo en la conexión con países de todo el mundo, sino en que nuestros estudiantes y profesores se muevan en otras universidades y que vengan a la nuestra", y, en este sentido, apuntó que "al campus de la UJI vienen personas de entre 35 y 40 nacionalidades distintas cada año".
BOLONIA
Preguntado por si el proceso de Bolonia convertirá a las universidades en elitistas, el presidente de la CRUE aseguró que los ministros de los distintos países "dicen que este proceso está basado en un ámbito de responsabilidad social , y el objetivo no es establecer una élites, sino mejorar la sociedad, por lo que estas críticas no tienen ningún fundamento, ya que la formación es un deber social y, por lo tanto, es público y de toda la sociedad". En su opinión, "se está tratando de confundir el acercamiento a la sociedad al sometimiento a determinadas parcelas de la misma".
Finalmente, significó que Bolonia "no supone ningún riesgo para los conocimientos relacionados con las humanidades, "pues la sociedad necesita eso, y me preocupa más que la sociedad se olvide de ese valor".
