MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS - Israel Arias) -
Todavía quedan unos días para que 'Espartaco', 'Ben-Hur' o 'Quo Vadis' inunden nuestros televisores. Cintas tan inevitables y necesarias en Semana Santa como las torrijas. Pero los amantes más impacientes del Peplum pueden ya ir al cine devorar su ración de romanos con 'La Legión del Águila', un entretenimiento tan digno como unidimensional.
Antes de entrar en el contenido de la propia película, lo primero que hay que destacar de 'La Legión del Águila' es su oportunidad. La cinta irrumpe como un ortodoxo ejemplo de un género que, tras títulos lamentables como 'La última legión' o 'Centurión', vive sus horas más bajas.
Sin acercarse al nivel de las ya más lejanas 'Troya' o 'Gladiator', 'La Legión del Águila' ofrece al espectador de casi dos horas de una notable factura técnica, una dirección aseada, unas interpretaciones dignas y diálogos más o menos coherentes.... siempre que nos olvidemos de que en Roma se hablaba latin y no ingles. Es parte de la tara hollywoodiense. Hay que hacer de tripas corazón.
LA HISTORIA
Basada en la novela 'The Eagle of the Ninth' de Rosemary Sutcliff, 'La Legión del Águila' es la tercera cinta de ficción que dirige Kevin Macdonald, ganador del Oscar por el documental 'Un día de septiembre' y responsable de la muy notable 'El último rey de Escocia' y 'La sombra del poder'.
Su historia evoca manidos conceptos del género como la lealtad al Imperio, el abnegado valor del soldado, el honor familiar... es decir, todos los ingredientes que conforman la receta para ser un 'sietemachos' clásico sin necesidad de arremangarse la toga.
En estas está Marcus Aquila (el imperturbable Channing Tatum), un fornido legionario que se forjó una carrera militar con el único objetivo de limpiar el nombre de su familia. Y es que su papá -al que admiraba con ciega devoción como todo hijo de romano- perdió el estandarte del Águila, símbolo de la Novena Legión y de la grandeza del Imperio.
Cierto es que su idolatrado padre tampoco volvió de las agrestes tierras del norte de Britania... pero eso es lo de menos. Marcus quiere el pajarraco dorado de vuelta y esa es su única obsesión.
UN COJO CON ARROJO
Su empeño le llevará a elegir como destino de su primer mando la más avanzada posición romana en las tierras donde su padre se adentró por última vez con la Novena Legión. Pero en su primer enfrentamiento con los 'hijos de Escocia' (tan aguerridos como siempre) sufrirá una grave herida que truncará sus planes.
Cojo y apartado de sus tropas, Marcus se revelará contra su retiro forzoso emprenderá en solitario la reconquista del Águila. En esta cruzada encontrará en Esca (Jamie Bell), un esclavo de la zona al que salva la vida, un inesperado y valioso aliado.
A partir de ahí la presuntamente compleja relación entre amo y esclavo y sus contradicciones internas enmarañan un tanto el ritmo de la aventura. En este punto, el fan acérrimo del Peplum -único público recomendado para este visionado- se inquietará un tanto en su butaca. Pero que no desespere, lo mejor está por llegar...
