SEVILLA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Andalucía y exministro de Trabajo, José Antonio Griñán, ha estimado, al hilo de la reforma de la negociación colectiva, que las posiciones que ha visto últimamente a la patronal le parecen que son "poco asumibles" y ha lamentado que no haya estado a la "altura de las circunstancias".
Para Griñán, el elemento fundamental que hay que fortalecer ahora es la "confianza" y ha expresado que la patronal, la semana pasada, "no estuvo a la altura de las circunstancias" y que ayer el presidente del BBVA, Francisco González, tuvo una "ocasión magnífica para estar callado", según ha manifestado en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press.
A su entender, la reforma que se está planteando desde el Gobierno persigue fundamentalmente "acercar la gestión de los salarios a lo que pueden ser las condiciones reales de la empresa, la productividad" y, por lo tanto, para hacer que en un caso determinado en donde hay una crisis, no se "produzca el ajuste por el empleo".
"Creo que tiene una pretensión, que los ajustes se puedan hacer dando a la negociación colectiva un mayor vigor para regular que el ajuste económico que una empresa tenga que hacer no tenga que hacerlo despidiendo", según ha indicado.
Ha manifestado que la negociación colectiva hay que hacerla siempre, si se reforma, preservando los dos elementos que tiene: un primero que es el de la regulación de las condiciones haciéndolas más cercanas a la empresa y otro segundo el que sirva de instrumento de paz social y, por lo tanto, "haya estabilidad en el campo de las relaciones laborales" porque si cuando termina un convenio desaparece todo lo negociado, no sólo se perjudica a los trabajadores, sino también a las empresas que se encuentran con que tienen que volver a renegociarlo todo, según ha dicho.
"Esa es la reforma mejor que se puede hacer", según el presidente andaluz, quien ha apuntado que las posiciones que ha visto últimamente a la patronal le parece que son "poco asumibles".
Asimismo, ha expresado que si no hay un acuerdo se tiene que legislar y ha recordado que él hizo una reforma laboral en 1993, en su etapa como ministro de Trabajo, sobre la que no hubo acuerdo y que se tuvo que hacer por ley.
Para Griñán este país ha funcionado razonablemente bien y tiene que tener confianza en sí mismo porque ha conseguido muchas cosas de la mano, precisamente, de la "articulación de un modelo social que ha funcionado". Así, ha estimado que si nos planteamos la reforma de una cosa tan seria como la negociación colectiva, hay que ver en qué punto se puede mejorar, pero "lo que no debemos hacer nunca es cambiar radicalmente un modelo".
En su opinión, eso que se ha dicho desde la patronal de la ultraactividad, suprimir la eficacia de todo un convenio colectivo cuando termina su vigencia, es un "disparate" y ha apuntado que es mucho mejor el sistema que ha previsto el Gobierno, en el que inicialmente "había acuerdo o preacuerdo de la patronal y de repente cambió su posición con el peregrino argumento, que oí en un representante de la patronal de Madrid, de que como esa reforma la tendría que aplicar otro gobierno, que para qué iban a aprobar nada".
El presidente de la Junta ha lamentado además las manifestaciones del presidente de la patronal en el sentido de que "había pánico a contratar", lo que, a su juicio, no es la mejor manera de inducir confianza en los mercados y también que el presidente del BBVA, Francisco González, ante la subida de la prima de riesgo, salga "rasgándose las vestiduras y pidiendo otra reforma laboral, en vez de pedir que fluya el crédito a la pequeña y mediana empresa, que es lo que necesita la economía".
A su juicio, la negociación colectiva es importantísima para ligar "salarios a productividad" o para hacer un sistema de crecimiento económico estable, pero es importante conservar todo lo bueno que tiene una "historia de éxito, que es la historia que hemos vivido a lo largo de los últimos 20 ó 25 años".
