Repsol Chairman Antonio Brufau and Chief Executive Officer Josu Jon Imaz speak a
Foto: REUTERS
Actualizado: viernes, 8 mayo 2015 18:07

MADRID, 8 May. (EDIZIONES) -

Repsol acaba de cerrar la mayor adquisición realizada por una empresa española en el exterior en los últimos cinco años. Ha comprado la petrolera canadiense Talisman Energy tras desembolsar un total de 7.534 millones de euros, importe al que se suma además una deuda por valor de unos 4.700 millones de dólares (4.198 millones de euros), que será asumida por Repsol.

Tras la compra, la compañía española ya forma parte de las quince mayores compañías privadas de petróleo y gas del mundo. Lo ha logrado tras poner fin a la crisis en la que desde 2012 se vio inmersa debido a la expropiación de YPF en Argentina. Varios meses después, y tras muchos encuentros internacionales, telefonazos, contraofertas y alguna que otra ruptura, nace la nueva Repsol, con Josu Jon Imaz como nuevo consejero delegado.

Fue Talisman la que entregó al supervisor estadounidense este cronograma de las conversaciones con Repsol en las que se aprecia que, desde el inicio de los contactos en mayo y la fijación de un precio inicial de 13 dólares en junio, la oferta de la compañía española fue bajando hasta un 40%, hasta los 8 dólares, en pleno desplome del petróleo.

Talisman había contratado en noviembre de 2013 a Nomura para buscar "potenciales alianzas" para los activos concretos de Duvernay, y fue en ese momento cuando el banco japonés dio el nombre de Repsol y se puso en contacto con la empresa española.

Nomura empezó a trabajar con Repsol y a hablar de posibles transacciones con Talisman. En el curso de estas reuniones, la compañía española "mostró interés en considerar una transacción corporativa", explica Talisman.

Fue el 24 de mayo de 2014 cuando Talisman, tras ser informada de este interés, encargó asesoramiento a Goldman Sachs y Nomura acerca de una posible transacción. Un día después, el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, se reunió en Munich con los altos directivos de la compañía canadiense para expresar su "prioridad por una transacción corporativa".

El 5 de junio, Martínez entregó en Londres a su homólogo en Talisman, Paul Smith, una carta no vinculante en la que se expresaba formalmente el interés de Repsol, sin precisar un precio. Cinco días después, se firmó un acuerdo de confidencialidad y se comenzó a dar información sensible a la empresa española.

La primera cumbre entre las petroleras se celebró el 3 de julio, en Nueva York, y en ella el presidente de Talisman, Chuck Williamson, se reunió con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien estuvo acompañado por su consejero delegado, Josu Jon Imaz, y por el secretario del consejo, Luis Suárez de Lezo.

En ese momento, Repsol dio el compromiso verbal de pagar 12,5 dólares por acción, oferta que elevó el 14 de julio a 13 dólares, lo que implicaba una prima del 31%. Ese mismo día, Talisman reunió a su consejo e invitó a la sesión a Goldman Sachs. Creó una comisión específica y contrató al despacho Blake, Cassels & Graydon como asesor jurídico.

SINOPEC, UN ESCOLLO EN LA NEGOCIACIÓN.

Durante el mes de agosto se produjo una crisis en la negociación. El día 1, Brufau remitió un mensaje diciendo que Repsol renunciaba a la transacción, tras lo que el consejero delegado de Talisman, Harold Kvisle, le llamó por teléfono.

En esa conversación, el presidente de Repsol expresó su preocupación con TSEUK, la 'joint venture' en Reino Unido entre Talisman y la china Sinopec, con la que Repsol tiene a su vez otra sociedad conjunta en Brasil.

Brufau mostró su preocupación con el valor de TSEUK y con las relaciones con una empresa con la que la empresa española tiene negocios. Estos argumentos tuvieron tal peso que Talisman reconoció la ruptura de negociaciones, cerró su acceso de información a Repsol y le pidió que devolviese o destruyese la documentación.

No obstante, fue la propia Repsol la que, a finales de agosto, comunicó que estaba interesada en buscar al menos "transacciones alternativas", lo que dio origen a una nueva reunión en Calgary a la que acudió Martínez. Allí se inició el deshielo, que concluyó cuando, a finales de septiembre, Brufau dijo por teléfono a Kvisle que seguía habiendo interés, pero ahora a 11,5 dólares por acción.

LA LLEGADA DE UN TERCERO.

A finales de octubre, se produjo otro giro en los acontecimientos con la llegada de una muestra de interés por parte de un tercer inversor, que llegó a remitir una propuesta por escrito con un precio orientativo y que también tuvo acceso a los registros de Talisman.

La petrolera canadiense fijó entonces para el 15 de diciembre la fecha para recibir ofertas vinculantes, y esta tercera parte le contestó que no podría tener a tiempo su propuesta.

Este distanciamiento fue aprovechado por Repsol. El 19 de noviembre, Brufau llamó a Kvisle y le ofreció 8 dólares por acción, y fue el 5 de diciembre, a pocos días del acuerdo definitivo, cuando el presidente de Repsol se llevó a Martínez a Dallas para reunirse con la cúpula de Talisman y volver a convertirse en aspirante a la compra.

Tras esa reunión, se aceleró el proceso, que concluyó el 15 de diciembre, con la reunión del consejo de administración en la que Repsol aprobó la compra, y con la convocatoria, poco después, del consejo de Talisman en la que se dio el visto bueno unánime a la misma.

LA NUEVA ORGANIZACIÓN.

Tras obtener el visto bueno de la Comisión Europea y de los reguladores, Repsol ha cerrado este 8 de mayo la compra de Talisman. Lo hace el mismo día en que lanza una nueva organización, con Josu Jon Imaz al frente de tres grandes comités ejecutivos.

El organigrama ha sido aprobado por el consejo de administración a propuesta de Brufau y se articula en torno a tres órganos de máxima dirección, que serán el Comité Ejecutivo Corporativo, el Comité Ejecutivo de 'Upstream' (exploración y producción) y el Comité Ejecutivo de 'Downstream' (refino y marketing).

Los objetivos de este reparto de funciones son alinear la estructura organizativa con la nueva cartera de activos de Repsol, dar respuesta a su mayor escala global y potenciar su visión como empresa comprometida con los negocios sostenibles.

UNA ETAPA "ILUSIONANTE".

Tras el lanzamiento de la nueva organización y la compra de Talisman, Brufau ha remitido una carta a la plantilla de Repsol y Talisman, en la que anima a los trabajadores a abordar una etapa "ilusionante y transformadora". La integración brindará "mayores oportunidades de crecimiento y construcción de un futuro sostenible", señala.

"Tenemos la enorme fortuna de vivir una nueva etapa en la historia de Repsol. La integración con Talisman nos convierte en uno de los principales grupos de oil and gas de capital privado del mundo", afirma Brufau.

"Tenemos la responsabilidad, y también el privilegio, de liderar Repsol en este momento de su historia. No dudo que, como siempre, todos vosotros sabréis estar a la altura", añade.

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