MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El último brote de enfrentamientos armados en Mogadiscio ha dejado decenas de muertos y cientos de heridos, y ha llevado a una nueva ola de desplazamientos, señala el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que indica que desde el pasado fin de semana, casi 300 pacientes heridos por armas han sido ingresados en el hospital de Keysaney, dirigido por la Media Luna Roja somalí.

"Los médicos y enfermeras trabajan de manera extenuante para cuidar a los pacientes", aseguró un cirujano que trabaja para el CICR, Valery Sasin, y que coordina las actividades sanitarias de la organización en Somalia.

"Sus capacidades se ven a menudo explotadas al máximo, sin embargo, han podido satisfacer el influjo de las nuevas llegadas", añadió Sasi. "Los hospitales reciben suficientes suministros médicos del CICR que les permite mantener todos los servicios, incluso en tiempo de gran demanda", aseguró.

Los hospitales de Medina y Keysaney aceptan a todos los pacientes, con independencia de su clan, religión o afiliación política. El CICR y la Sociedad de la Media Luna Roja somalí también se muestran profundamente preocupados por el sufrimiento de los civiles que permanecen atrapados en el enfrentamiento, y han pedido a todas las partes implicadas que cumplan con las normas del Derecho Internacional, y especialmente para distinguir entre los civiles y las personas que están implicadas de manera directa en las hostilidades o militares.

Esta organización también señala que los ataques indiscriminados deben estar prohibidos y, además, todas las partes del conflicto deben cumplir sus obligaciones de respetar y proteger al personal médico, las instalaciones médicas y los vehículos asignados para asistir a los heridos y enfermos.