Actualizado 03/09/2008 13:38

El cuidado de los dependientes recae el triple de veces en las mujeres que en los hombres, según un estudio

MÓSTOLES (MADRID), 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

El cuidado de personas dependientes recae el triple de veces en las mujeres que en los hombres, según revela el estudio 'El impacto de las nuevas formas de trabajo en las estructuras familiares', realizado por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) a partir de un millar de encuestas telefónicas a personas de entre 18 y 65 años.

El trabajo destaca que más del 80 por ciento de la población tiene a su cargo personas dependientes y añade que son las mujeres, en un 61,8 por ciento de los casos, quienes se encargan de su cuidado, frente a los varones, que lo hacen en un 20,67 por ciento.

El informe, dirigido por los profesores Manuel Arenilla y Santiago Leguey, pone de manifiesto las dificultades con las que se encuentran las personas con familiares dependientes a su cargo para conciliar la vida laboral con la familiar y reconoce que la mayor parte de los avances laborales, como los permisos y las reducciones de jornada, tienen como principal protagonista a las mujeres.

Señala que, en cambio, la atribución de una serie de derechos específicos a los trabajadores para atender responsabilidades familiares ha desplegado un efecto negativo sobre la contratación femenina; es decir, ha propiciado en el ámbito de la empresa privada justo lo contrario de lo que se pretendía ya que el 43 por ciento de las empresas opina que las responsabilidades familiares limitan el rendimiento laboral, especialmente de las mujeres.

Del 81 por ciento que declara tener personas dependientes a su cargo, el 76 por ciento es trabajador activo. Los que no tienen actividad laboral remunerada aducen como principal causa para no trabajar la dificultad para poder compatibilizarla con las necesidades de atención familiar.

CONCILIACIÓN

Los encuestados dan buena nota a las medidas que sirven para conciliar la vida laboral y la familiar, excepto el teletrabajo, que aseguran desconocer, y la jornada partida. La valoración del resto de medidas obtiene un fuerte respaldo, especialmente la jornada continua. La fórmula mejor valorada es la flexibilidad de horarios a la hora de entrar y salir del trabajo.

Sin embargo, tras analizar diferentes grupos de discusión y de entrevistas a líderes sociales, los investigadores aseguran que "la flexibilidad en el desarrollo del trabajo no se da tan fácilmente en las empresas. Éstas todavía están ancladas en una cultura arcaica donde prima más la presencia que el resultado en el cumplimiento de los objetivos finales". Por eso, concluyen que "los mayores frenos a la conciliación vienen por parte de las empresas ya que lo ven como un coste más que como una inversión".